Los domingos son famosos por ser días perezosos y lentos en los que nos pasamos las horas en pijama viendo nuestras series favoritas. Y eso está bien, pero debe acabar. El domingo es el único día de la semana en que casi seguro que no tenemos nada que hacer y está estratégicamente colocado para ser el día previo a toda una semana de compromisos.
Eso lo convierte en un día maravilloso para implementar ciertos hábitos que nos ayudarán a llevar mejor la semana. Además, pasaremos de esos domingos aburridos y amargos a unos días mucho más productos y entretenidos. A la larga vamos a salir muy beneficiados con el cambio, no solo por las ventajas aparentes (mejor organización y más tiempo libre durante la semana), sino también porque nos motiva para ser unas mejores y más activas personas.
1- Hacer un desayuno completo. Lo mejor durante un domingo es no madrugar (aunque tampoco levantarse a las 14.00) y tomarse la mañana de forma relajada, aprovechando para recuperar algunas horas de descanso. Después, lo más conveniente es preparar un desayuno completo. ¿Qué lleva un desayuno "completo"? Pues más o menos todos los nutrientes necesarios y algo que nos haga felices.
Un zumo de naranja natural, un café o té, una pieza dulce, fruta, una tostada de tomate con aceite y, si te quedas con hambre (cosa que dudo), un yogurt. Evidentemente, el menú es completamente variable. Se pueden tomar smoothies caseros, yogurt natural con miel y frutas, pan tostado con mermelada, bizcocho casero... Las opciones son numerosas y va a gusto del consumidor.
Lo importante es ingerir los nutrientes necesarios para tener energía suficiente. Durante el resto de la semana probablemente no tengamos tiempo para esto, así que hay que aprovechar mientras se pueda.
2- Escribir una lista de cosas por hacer. A veces, tenemos tantas cosas que hacer que nos sobrepasa. Necesitamos tener una visión clara de lo que tenemos que hacer exactamente y cómo vamos a distribuirlo. Para ello, primero elaboramos una lista con las cosas que tenemos que hacer y luego las anotaremos en la agenda o planificador semanal. De esta manera, veremos las cosas de forma más ordenada y no nos agobiaremos tanto.
Una de las ventajas de esto es que vemos que realmente es posible realizar todo lo que tenemos en la cabeza y que es motivo de estrés.
3- Preparar las comidas de la semana. Este es un paso que sé que da mucha pereza, pero mi madre y yo llevamos haciéndolo un par de años y es un game changer. Para los que no tenemos tiempo de preparar comidas en el mismo día, tener unos cuantos tuppers diferentes de platos preparados en el frigorífico es una bendición. Realmente no se tarda tanto como pensamos y los beneficios son incontables.
Antes, por la falta de tiempo, tirábamos mucho de comida precocinada o platos fáciles de preparar (pasta, arroz, filetes...). Pero ahora preparamos platos variados como verduras, albóndigas, legumbres, etc, y las almacenamos para poder comer de forma más sana y rápida.
No hace falta que sean platos muy elaborados. Podemos, incluso, dejar ingredientes partidos en bolsas de congelación para preparar platos fríos como ensaladas o crudités. Lo único que hay que tener en cuenta es el tiempo que aguantará la comida.
4- Planear outfits. Otra de las cosas que viene muy bien hacer y que, lamentablemente, hago poco. Así esta lista funciona también de reminder para mí. Gastamos mucho tiempo con el "¿qué me pongo?" y eso se puede solucionar fácilmente pensando con antelación qué vamos a llevar. Basta con mirar el tiempo que hará durante la semana y pensar qué vamos a hacer esos días. Pasaremos de gastar 20 minutos frente al armario a vestirnos en 5 minutos escasos. Ese ahorro de tiempo por las mañanas es oro.
5- Dedicar tiempo extra al cuidado personal. No siempre tenemos la oportunidad de dedicarnos unos minutos para nuestro bienestar, pero los domingos sí. Ya sea hacer un ritual facial completo, hacernos las uñas, una hidratación completa, un baño de espuma, o incluso meditación. No solo nos hará estar más resplandecientes durante la semana siguiente sino que nos hará sentirnos mejor con nosotros mismos.
6- Limpieza de brochas. El domingo es un día fantástico para dedicarle un poquito de tiempo a la limpieza de nuestras herramientas de maquillaje. Una limpieza profunda de nuestro set de brochas a la semana es totalmente necesaria para nuestra higiene facial.
7- Ordenar el armario. No sé vosotros, pero yo acabó la semana viviendo en el caos absoluto. Apuntes por toda la mesa, ropa en la silla, cajones desastrosos... Se debe a que, durante la semana, no tengo tiempo para prestar atención al orden de mi habitación. Entre la limpieza del hogar, las clases, el trabajo, el blog, el cuidado personal, la vida social... NO PUEDO. Así que yo dedico estos días para reordenar y organizar mi armario y los distintos cajones.
Algunas de las cosas que suelo hacer son volver a doblar las camisetas y jerséis (que SIEMPRE se acaban haciendo un lío), colocar las prendas almacenadas en la silla/cama/whatever, reordenar mi cajón principal con las cosas de papelería y demás, limpiar el escritorio, organizar los cables y dispositivos electrónicos, etc.
8- Preparar alguna playlist. Esto no es exactamente necesario, pero a los que os gusten las playlists me comprenderéis. El domingo es un día idóneo para ponerse a descubrir música y organizar Spotify. Además es muy divertido. Si tenemos algo durante la semana (sesión de deporte, un viaje, una fiesta...) o si, simplemente, queremos tener alguna playlist para nuestras cosas (ducha, camino al trabajo, día de gym...), es el mejor momento para prepararlo.
Por otro lado, también es buen momento para actualizar las que ya tenemos con las canciones que hemos descubierto durante la semana.