El tiempo es una realidad inherente a la vida humana. De hecho, estamos acostumbrados a expresiones como “el tiempo es oro”, o “el tiempo es nuestro recurso más escaso”. A mí me gusta mucho más la que dice que “el tiempo es vida”.
Y lo cierto es que además, el tiempo es todo un maestro a la hora de darnos grandes enseñanzas si estamos dispuestos a aprehenderlas. Somos nosotros mismos quienes a través del tiempo y las experiencias vividas podemos, o no, meditar y reflexionar para asimilar los aprendizajes que nos regalan.
En los procesos de Coaching de 3Contigo profundizamos en esta cuestión para aprender a vivir mejor:
- En primer lugar, el paso inevitable de los días y de los meses, nos hace tomar conciencia de la necesidad de aprovechar muy bien este gran tesoro. Dentro del contexto profesional, se imparten cursos sobre gestión del tiempo. Pero también deberíamos organizar mejor nuestra agenda de amigos, familia y ocio.
- El tiempo nos enseña que la actitud adecuada ante la vida es mirar hacia adelante porque por mucho que revivamos a través del recuerdo una etapa anterior, ese ayer nunca volverá.
- El tiempo muestra que la esencia de la vida es cambio. El mundo evoluciona de una forma constante, al igual que las personas. Por tanto, día a día, debemos tener una disposición de adaptación al cambio.
- El paso del tiempo abre la puerta de las añoranzas y de las nostalgias. Podemos echar de menos a seres queridos que ya han muerto, a amistades perdidas a lo largo del camino, podemos añorar la niñez… La clave reside en transformar la nostalgia en agradecimiento hacia la vida por todos los recuerdos acumulados en el corazón.
- El mejor momento es el presente. Celebra cada día que estás vivo aquí y ahora. Brinda por tu felicidad personal.
- A nivel popular, se suele decir que el tiempo pone las cosas en su sitio. Sin embargo, el tiempo por sí mismo no arregla nada. Es la persona quien tiene que resolver el conflicto.
- El paso del tiempo se nota no sólo a nivel físico sino también, emocional. Mientras que en la niñez se observa la vida desde la parte de abajo de la montaña, la vejez simboliza la cima del monte.
- No podemos controlar el tiempo por mucho que nos empeñemos. Más allá del aparente poder que otorga la técnica a un ser humano, nadie puede saber qué pasará mañana.
Consejo: El tiempo es limitado, por tanto, disfruta de este viaje tan bonito que es la vida poniendo toda tu atención en las maravillosas vistas que te regala.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching