80 años no es nada

con Martita

Hoy mi padre cumple 80 años, él no es mucho de esto de Internet, algo de Skype para hablar con su familia de vez en cuando, y siempre con la sorpresiva mirada del descubridor permanente. Mi padre es de aquellas personas que hacen la historia verdadera, no la de los libros. La Guerra Civil lo dejó sin su padre con apenas cinco años y vivió las penurias de la clase obrera, las penalidades de la posguerra, y no por ello perdió la esperanza en un mundo mejor. Siempre de izquierdas, siempre combativo, ahora algo desilusionado pero reactivo, nunca indolente, siempre recordando el esplendor en la hierba. Su mujer, mi madre, fue su única religión, por eso ahora tiene que defenderse de los embates del paso de los años sin la creencia en su ser superior, Angelita. No puedo dejar de recordar este cumpleaños que por supuesto mojaremos en unas horas con un buen rioja, unas kokotxas y un buen bacalao, como Dios manda. FELICIDADES PAPÁ
Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello,
que en mi juventud me deslumbraba;
aunque ya nada pueda devolver
la hora del esplendor en la hierba
de la gloria en las flores,
no hay que afligirse.
Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo.
(William Wordsworth)