Revista Cultura y Ocio

84 Charing Cross Road. Helene Manff

Por Mientrasleo @MientrasleoS

84 Charing Cross Road. Helene Manff
     "Pero... no sé..., tal vez sea mejor que nunca haya estado allí. Soñé tanto con ello y durante tantísimos años... Solía ir a ver películas inglesas sólo para familiarizarme con las calles. Recuerdo que años atrás un muchacho al que conocía me dijo que las personas que viajaban a Inglaterra encontraban exactamente lo que buscaban. Yo le dije que buscaría la Inglaterra de la literatura inglesa,  y él asintió y me dijo:"Está allí.""
     Hay una iniciativa rodando por la red, El bloggero invisible. en ella los que se apuntan envían un libro a la persona que les toque y reciben igualmente uno cuya procedencia no conocerán hasta no abrir el paquete que les haya sido asignado. Comentaba Margalida hoy que ella enviaba este libro y no pude por menos que recordar lo que había disfrutado durante su lectura. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, 84 Charing Cross Road
     Conocemos a Helen Hanff, una escritora desconocida que vive como puede en Nueva York y a Frank Doel, un librero inglés un tanto puntilloso que vive con su esposa Nora y sus dos hijas. Entre amgos, el azar hace que se establezca una correspondencia de amantes de los libros con un tono cada vez más personal.
     Esta historia está basada en un hecho real, en la vida de la propia autora para ser más exactos. Me explico: Helene Hanff nació en USA en 1916 en el seno de una familia entusiasta del teatro. Pronto supo que se dedicaría a escribir y en los años treinta disfrutaba de una beca para un seminario sobre escritura dramática. En 1949 descubre un anuncio en el New York times que hablaba de una librería de viejo en Charing Cross Road, Londres. Así nace la historia real que años después compartiría su autora con el mundo y que haría emocionarse a muchos lectores.
     Hoy traigo uno de esos libros que tanto nos gustan a los lectores empedernidos. Un libro que habla sobre libros y sobre el amor a la literatura. No deja de ser una historia sencilla en la que vamos conociendo a sus protagonistas y encariñándonos con ellos. Sonreímos también por las diferencias de carácter entre ambos y sorprendemos a una esposa que asiste a esta dilatada relación por carta sin terminar de encajarla. Es un libro cortito que nos cuesta posar hasta conocer su final, que nos emociona cuando vemos que llega comida para compartir entre los empelados, con gesto, con detalles. Y que nos hace buscar muchas veces entre las líneas de esas cartas las palabras que sentimos que faltan. Las que parece que se quedan con las ganas de decir o tal vez, las que nos gustaría que se dijeran. Avanzamos deseando saber qué es lo que sucederá con esta amistad, hemos visto que les ha influído, su evolución... y no podemos evitar querer saber más, imaginarle a él viajando a conocerla o tal vez a ella atravesando las puertas de la librería. O nada de lo anterior... pero la duda hace que sigamos avanzando en la historia con verdadero interés.
     Un libro íntimo que deja un buen sabor de boca y una lectura a tener en cuenta para pasar una magnífica tarde de invierno. O tal vez me gustó porque yo también soy una amante de los libros.
     ¿Os influye si compartís las pasiones de los protagonistas de una historia para que os caigan mejor o peor? A mi está claro que sí.

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