He estado a uno y otro lado cuando alguien se autolesiona. He sido la persona que lo había hecho y he sido la persona a la que se lo cuentan. Nunca es un plato de buen gusto que alguien te cuente cuando se se autolesiona.
Dado que el tema de las autolesiones es bastante tabú, la persona que lo hace tiene un secreto. Es un tema que recibe un gran rechazo de la sociedad en general. En parte, creo yo, por el miedo y la falta de comprensión ante los motivos que llevan a alguien a hacer algo así.
Hablar del dolor psíquico tan intenso que se llega a mitigar con dolor físico es un galimatías para la población neurotípica.
¿Cómo pueden ser las emociones y los pensamientos más dolorosos que algo físico?
Por eso creo que es de vital importancia que se divulgue, se trate de informar y educar a aquellos que están alrededor de la persona que se autolesiona.
Voy a ser completamente partidista
En este artículo hablo de cuando alguien se autolesiona desde el punto de vista de quien se autoagrede. No hablo de los demás, los seres queridos, aquellos que sufren, se preocupan y lo pasan mal cuando alguien se autolesiona en su entorno cercano.
Si interesa, puedo hacer otro artículo sobre ese tema, pero en este caso quiero abordar de forma práctica qué cosas (según mi criterio personal) son las mejores aproximaciones para tratar con alguien cuando se autolesiona.
¿Qué motivos pueden llevarme a mí, como persona con TLP, a autolesionarme?
- Conflicto interpersonal (sensación de inutilidad o vacío).
- Emociones volubles (pasar de felicidad a extrema tristeza).
- Culpa por haber hecho daño a alguien (real o no).
- Incapaz de tolerar la angustia (por algo grande o nimio).
- Estrés extremo (ante situaciones nuevas, desconocidas…).
- Disociación.
- Despersonalización.
- Miedo (real o imaginario) de abandono).
- Brote psicótico (no es habitual pero puede ocurrir).
Esta es una lista simple de cosas que se me ocurren, pero si le preguntas a otra persona que se autolesione es posible que te hable de otros desencadenantes. Depende mucho del estado anímico y el trabajo terapéutico que haya realizado así como la predisposición.
Si sientes que falta algo en esta lista, no dudes en dejarme un comentario para que añada tu experiencia.
Una vez elaborada esta lista pensé que sabiendo todo esto era más fácil poder indicar a los demás qué necesitaba después de una autolesión. Te recomiendo la web de Kids health, más enfocada a adolescentes pero que tiene varios consejos interesantes que se pueden llevar a cabo independientemente de la edad de la persona que se autolesiona.
Mi ser querido me ha dicho que se ha autolesionado, ¿qué hago?
Aunque haga una lista a continuación de varias opciones debes saber que cabe la posibilidad de que ninguna de ellas sea la que tu ser querido necesita. Esto está basado en mi experiencia personal y deriva de otras experiencias que me han contado pero no es la única opción ni la única verdad.
1. Valida el dolor de la otra persona.
Es posible que sientas sorpresa si es la primera vez que ocurre o que te horrorice la idea de que tu ser querido se haya hecho daño a sí mismo. En cualquier caso, piensa en el dolor extremo que ha debido sentir para que este otro, el físico, atenuara el interno.
Es muy posible que no lo entiendas, y no estás para ello, puede que jamás logres comprender por qué alguien haría algo así, pero puedes validar el dolor que ha sentido esa persona.
Eso no significa validar la conducta lesiva, son dos cosas diferentes. Reconocer que hay un dolor tan grande que no ha podido o sabido expresar de otra manera es una realidad, su realidad, y es importante darle un espacio.
Y, por favor, no les digas que lo que han hecho no está bien. Eso es un juicio y no es lo que necesita escuchar en ese preciso momento. Quizás más adelante, sí, pero no ahora.
2. Valida que está haciendo algo bien.
Que en vez de seguir autolesionándose u manteniendo oculto su dolor haya decidido hablar con alguien sobre el tema es algo maravilloso. Ha podido ver a través de la neblina del dolor y la angustia para buscar una alternativa. Quizás pienses que «debería haberlo hecho antes de autolesionarse» y es una opinión legítima. Lo bueno es que lo ha hecho.
3. Dale tu apoyo incondicional.
Cuando alguien se autolesiona no está haciéndote nada a ti. Por favor, deja de lado los juicios y trata de demostrarle lo mucho que la quieres. Quizás sea importante que hagas hincapié en que ese amor no se ve disminuido a causa de la autolesión. Que seguirás ahí a pesar de ello.
Y esto debe ser de una forma directa para que la persona no tenga duda alguna:
«Te quiero y te apoyaré en la forma que necesites y me permitas para que mejores. Estoy a tu lado. Sigo aquí».
En las ocasiones en que me he autolesionado, tras el alivio inicial me aterrorizan un montón de pensamientos como:
- No soy digna de que me quieran.
- Soy defectuosa.
- No le importo a nadie.
- Me van a rechazar si se enteran.
Por eso es importante decir las cosas en voz alta y de forma directa. Puede marcar la diferencia entre que esa persona vuelva a autolesionarse en un futuro o trate de hablar contigo antes de hacerlo.
Ojo que con esto último no quiero poner responsabilidad ni culpa sobre ti, solo quiero que valores lo importante que puede ser para la persona que se autolesiona que le digas directamente esas cosas que sientes.
4. Comunica tu tristeza por su dolor.
Es probable que además de mucha tristeza y pesar por la situación sientas también decepción. Lo entiendo y es comprensible. Me parece natural que te sientas molesto por lo que ha hecho tu ser querido. Tu experiencia también es válida.
A pesar de esto, decir que te ha decepcionado solo incrementa el dolor, el pesar y los sentimientos de inutilidad de la persona que se ha autolesionado. Acaba de pasar por un dolor es abrumador e insoportable. Es posible que haya tratado gestionarlo de mil maneras diferentes antes de llegar a esa situación, quizás también se siente decepción consigo mismo.
Este no es el momento de avivar el dolor.
5. Pregunta cómo quiere que le ayudes.
Cada persona es un mundo y tiene una situación diferente. Puedes haber enfrentado la confesión de cuando alguien se autolesiona antes y que en otro caso sea completamente diferente. Incluso si se trata de la misma persona.
Cuando alguien nos cuenta que algo va mal tendemos a dar soluciones, a dar opinión, exponer nuestras experiencias similares… y se nos pasa por alto preguntar. A continuación te dejo algunas preguntas que puedes hacer a la persona:
- ¿Puedo hacer algo para ayudarte?
- ¿Cómo puedo hacértelo más fácil?
- ¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?
- ¿Cómo puedo ofrecerte consuelo?
- ¿Te puedo abrazar?
- ¿Te parece bien que me siente simplemente a tu lado?
- ¿Quieres hablarme de los motivos?
- ¿Necesitas hablar de cualquier otra cosa?
Y algo que no es una pregunta pero es muy útil:
- Estoy aquí y te escucho.
Puede que la persona necesite contarte su historia, sus motivos, cómo se siente ahora después de todo, sus miedos…
6. Anima a buscar ayuda (si aún no lo ha hecho).
Tras una autolesión es posible que necesite ver a un profesional de la salud, dependiendo de la gravedad. Puedes ofrecerte a acompañar a tu ser querido al centro de salud ya que en muchas ocasiones los profesionales que tratan con quien se ha autolesionado carecen de recursos y pueden tratar a las personas de forma muy desagradable.
Una vez la parte física está solucionada puede que necesite ver a un profesional de la salud mental de forma urgente como un psiquiatra (para revisar la medicación que en algunas ocasiones puede provocar pensamientos autolesivos) o a un terapeuta (que le pueda dar herramientas para gestionar el impulso de la autolesión.
En mi caso el ingreso psiquiátrico en 2019 me ayudó a acabar con el ciclo de autolesiones ya que en el hospital no tenía forma de lesionarme y esos días sin hacerlo hicieron que luego me fuera más sencillo continuar sin hacerlo.
7. Valora la confianza.
Cuando una persona te confiesa que se ha autolesionado está depositando en ti una confianza casi ciega. Es absoluta ya que se arriesga a un rechazo, enfado, críticas, juicios…
Valora positivamente esa confianza ya que es una de las mayores muestras de amistad que ese ser querido podría ofrecerte, sobre todo si tiene problemas de apego, como me pasa a mí con el TLP y pienso que cualquiera me va a abandonar a la mínima.
Quizás es buena idea agradecer directamente esa confianza que te ha otorgado y reforzarla.
8. Haz seguimiento (sin agobiar).
Los días siguientes son cruciales. Muchas veces la autolesión funciona como las drogas en el sentido de que se convierte en algo ritual o periódico, por lo que se puede repetir cada cierto tiempo o incluso tratarse de algo diario como ducharse o lavarse los dientes.
Comprueba la situación.
Quizás tengas que repetir las preguntas que he comentado más arriba y volver a ofrecer visitar a un profesional de salude, sobre todo si las autolesiones se agravan o se hacen cada vez más habituales.
No hace falta que estés ahí físicamente, un simple mensaje puede funcionar para disuadir a la persona de repetir la conducta.
9. Sigue siendo el mismo amigo de siempre.
En vuestra amistad realmente nada ha cambiado. Que esa persona se haga daño a sí misma no hace que sea menos de fiar, menos divertida, más peligrosa… es la misma de siempre. Por lo tanto ¿por qué vas a ser tú diferente?
Tampoco es hacer como si nada, evidentemente está ocurriendo algo importante, pero es mejor demostrar que para ti el valor de su amistad sigue siendo el mismo. No ha disminuido en absoluto, incluso puede que se haya profundizado.
Gracias.
Esto es lo único que me queda por decir a todas las personas que se han quedado a mi lado y no me han juzgado después de saber de mis autolesiones.