1-Deja de etiquetar
No somos hippies, hipsters, yuppies, perroflautas, yayos o niñatos, como diría el gran Jesús Lizano, sólo somos mamíferos (algunos más mamones que otros). Podrás encontrarte chavales “rastarizados” abandonando botellas de plástico en la playa y señoritas trajeadas que, como superheroínas, colaboran en secreto con ONG y cultivan conciencia. Y la conciencia no lleva etiqueta visible.
2-Investiga las etiquetas
Te dirán más de lo que piensas. Sabrás si un producto lleva aceite de palma, si contiene edulcorantes dañinos para la salud… Haz deducciones al estilo Sherlock, ¿Una camiseta, fabricada en China, puede venderse en tu país por cuatro euros con protocolos éticos y justos? ¿Podría ser hipoalergénica, ecológica? La respuesta se evidencia, si no te engañas a ti mismo.
3-Abandona el cinismo
Del desencanto a la ironía y de la ironía, al cinismo. Cada vez más personas defraudadas utilizan términos absolutos y derrotistas para pasarse al bando de aquello que odian. “No colaboro porque no creo en esas cosas”, “yo no puedo cambiar el mundo”, “todos son iguales”, “¿y qué se consigue con eso?”, “al final, no sirve de nada”. El mundo en blanco y negro es cínico, duro y egoísta. Los matices son el alimento de los justos y abiertos de mente.
4-Que el móvil no te inmovilice
Sal un día sin teléfono móvil. Mira a los que ignoran a quienes tienen al lado. Observa a las familias y grupos de amigos que prefieren fijarse en una pantalla antes que en la realidad. ¿Tú también lo haces? ¿Quieres un mundo mejor? Empieza por abandonar el soma digital cuando haya gente a tu alrededor. Ni dos mil guasap equivalen a una persona real. Sé valiente y mira a los ojos, no seas idiota.
5-Sé tú mismo/a
Todos los amigos vienen de serie con tres frases: “¿Te marchas tan pronto?”, “Es mejor así; no se merece a alguien como tú” y “sé tú mismo/a”. De acuerdo, la tercera frase es culpable de que personas horribles se reafirmen en su tontería, pero quédate con la parte buena. Intenta ser menos influenciable y potenciar las opiniones propias. “Ser tú mismo” no es ser cínico o maleducado, es tener convicciones elaboradas y apropiadas, por encima de modas.
6-Compra menos, aunque no sean productos “muy” ecológicos
Si compras cada dos días tofu natural, soja ecológica y ropa orgánica, estás ayudando poco a la Tierra y menos a tu economía. Intenta comprar lo justo, al comerciante que está al lado de casa y productos de temporada. ¿Presumes de reciclar mucho? Quizá consumes demasiado.
7-Dale una utilidad real a las redes sociales
Las redes sociales sirven para:
a) Quejarse del estado anímico y añorar el fin de semana.
b) Intercambiar ocurrencias, “memes”, memeces y parejas.
c) Servir de altavoz a causas solidarias y ecológicas.
d) Todas las anteriores, aunque lo bueno sería la “c”
Si tu respuesta no es la “d”, te has equivocado de blog, forastero.
8-Involúcrate