El estudio de arquitectura A-cero, dirigido por Joaquín Torres, presenta un nuevo proyecto de urbanización en la República Dominicana. En un solar trapezoidal de forma irregular, se divide el terreno en 14 parcelas que oscilan entre los 1000 y los 1700 m2 cada una.
EMPLAZAMIENTO
La disposición de los inmuebles se ha realizado teniendo en cuenta los desniveles propios del terreno, como dificultad añadida, integrando además todo el conjunto en un entorno natural a medida.
MAQUETA
SECCIONES
Cada inmueble se estructura en dos niveles, con una planta baja y una planta cubierta.
ALZADOS
PLANTA BAJA
En esta planta baja tipo, de 449′58 m2, se plantean las siguientes estancias: un salón comedor, que vertebra el espacio central, con una superficie de 54′72 m2 al que se accede mediante un recibidor-distribuidor de 12′11 m2. Las estancias comunes, en la zona Este de la propiedad se completan con una cocina, 22′08 m2, lavado-plancha, un dormitorio para el servicio con cuarto de baño y un aseo de cortesía.
En el lado opuesto, las estancias más privadas para los propietarios: un dormitorio principal de 17′46 m2, con baño propio y vestidor, y tres dormitorios más enlazados por una zona de estar común y dos baños para darle servicio a estas dependencias. Destacan las proporciones del porche principal que, con 178′ 21 m2, evidencia el afán de apertura hacia el exterior del proyecto, disfrutando así también del espectacular entorno que se ha diseñado.
PLANTA CUBIERTA
EXTERIORES
La urbanización se articula en torno a un trabajo de paisajismo donde destacan especialmente los elementos acuáticos, combinados con amplias áreas verdes y ajardinadas.
Los inmuebles se diseñan en total conjunción con el entorno, en el que se integran a la perfección dado el carácter abierto y volcado hacia el exterior de la arquitectura de cada una de las propiedades. El objetivo es crear un entorno circundante óptimo para el disfrute y el relax de los clientes, teniendo en cuenta además la bonanza del clima de la región.
El diseño de los bloques privilegia lo escultórico, un conjunto donde cada una de las piezas encaja idealmente para crear un juego dinámico de líneas y volúmenes, superpuestos y escalonados para evitar cualquier sensación de monotonía.
El carácter abierto de todas las propiedades queda patente en esta serie de fotos, donde cubiertas, pérgolas y terrazas se enfatizan especialmente, creando agradables zonas de sombra para el descanso así como juegos de contrastes y claroscuros.
La cubierta principal es uno de los elementos más destacados estéticamente hablando. De forma semicircular, rompe el predominante carácter horizontal de manera orgánica, generando también zonas de sombra e interesantes contrastes lumínicos en fachada.
La piedra coralina blanca (típica de esta zona) predominante al exterior, se combina con la madera, que aporta calidez al conjunto y una nota de color.
Pérgolas y cubiertas muestran el gusto por la curva, creando un contrapunto y un diálogo de volúmenes y formas entre éstas y los propios inmuebles de la urbanización.
En definitiva, un conjunto para disfrutar y relajarse en un marco incomparable, donde naturaleza y arquitectura se funden en un solo ámbito.