Iria, la niña del buzón de Correos se eleva de puntillas, con una mano levanta la rendija y con la otra introduce una carta manuscrita. Va vestida con una camisa amarilla, a conjunto con el artilugio postal. Y sonríe, a juego con su vida inocente y con la oportunidad ganada a golpe de letras.
Revista Cultura y Ocio
Iria, la niña del buzón de Correos se eleva de puntillas, con una mano levanta la rendija y con la otra introduce una carta manuscrita. Va vestida con una camisa amarilla, a conjunto con el artilugio postal. Y sonríe, a juego con su vida inocente y con la oportunidad ganada a golpe de letras.