Revista Arquitectura
Hace unos días tuvimos ocasión de visitar una obra resultado de un concurso para la Dirección General de Policía y Guardia Civil del Ministerio del Interior, la que en breve será la nueva comisaría del distrito Fuencarral-El Pardo (el de mayor extensión de la ciudad de Madrid) situado en la calle Mirador de la Reina, en el barrio de Lacoma, al norte de la capital. Está proyectado por el estudio madrileño Voluar Arquitectura, compuesto por los arquitectos Borja Lomas Rodríguez, Pablo Rodríguez Mesa y Teresa Gómez Benito.
El edificio cuenta con 7.000m2 y consta de sótano de 2.500m2 (alberga el garaje de 1.400m2 para vehículos policiales, calabozos, galería de tiro, almacenes e instalaciones), planta de acceso de 2.000m2 (posee la zona de atención al público con vestíbulo, control, sala de espera y oficinas para DNI/pasaporte y denuncias, así como vestuarios de policías) junto a la rampa del garaje y una plaza de 1.600m2 que salva el desnivel de 4,5m entre las calles Mirador de la Reina y Peña del Águila, una planta baja, la de menor superficie, (cuenta con sala polivalente, cafetería, área de descanso y terraza comedor exterior) con acceso desde la calle superior a través de una zona de aparcamiento exterior y 3 plantas más destinadas a distintas unidades operativas (brigada de seguridad ciudadana, brigada de policía judicial, jefatura de la comisaría y área de formación).
La urbanización exterior es a base de bandas de ancho variable dibujadas en planta que cruzan una plaza de norte a sur mezclando distintos tipos de pavimentos (verde checkerblock, hormigón impreso, gravilla blanca, filita gris y baldosa gris) acompañados de varios cipreses. Pegadas al zócalo del edificio, aparecen unas tiras de 5m construidas con perfiles UPN, malla ce acero galvanizado y cantos rodados que funcionan a modo de celosía entre la plaza y la planta de acceso. El vallado exterior de la parcela es a base de perfiles metálicos galvanizados en T de 2m de altura que van contrapeándose.
El cuerpo principal del edificio es un cubo de 30x30x15m que se levanta sobre pilares apoyados sobre un zócalo conformado por la planta de acceso. Pero el espacio más llamativo es un patio central cubierto de 15x10m que recorre los 23m de altura del interior del edificio. Asomándose sobre este espacio, la zona más pública del edificio, aparece una escalera de hormigón de carácter escultórico vuela 3m desde el forjado de las plantas baja a la 3º, mientras que en la cubierta aparecen 8 lucernarios troncopiramidales de distintos tamaños. Estas geometrías se repiten en los 5 respiraderos del garaje, conformados con planchas de acero lacado de diferentes colores. Por último, unas lamas de madera se ubican en diferentes secciones para dar cierto toque de calidez al patio central, sirviendo a su vez de celosía.
Aunque por fuera el edificio tiene cierto carácter masivo y pesado, desde el interior su concepción es bien distinta. Los diferentes espacios vuelcan sobre el patio central, donde se sitúa un corredor a modo de distribuidor en cada una de las plantas desde el que se accede a las distintas dependencias administrativas. Todas las particiones interiores son de vidrio (paredes y barandillas, puertas y ventanas), igual que el cerramiento exterior del edificio, por lo que las vistas cruzadas, la luz natural y un ambiente abierto en contacto permanente con el exterior harán partícipe al visitante del ajetreo y el movimiento del personal del edificio.
Este volumen, de bordes nítidos, pierde su carácter hermético con una serie de horadaciones que conforman terrazas y patios que, sumados al patio central y las cajas que vuelan desde el cubo a modo de miradores que albergan despachos y salas de reuniones. La fachada se desdibuja en la planta de cubiertas, se prolonga para ocultar las instalaciones y cuartos técnicos. Así, una piel exterior de paneles de aluminio perforados con huecos de diámetro variable forran por completo el edificio a modo de parasol, dejando un espacio ventilado entre éste y la piel interior, un muro cortina en base a vidrio de seguridad y carpinterías de aluminio anodizado, dejando un espacio a modo de pasarela técnica destinada a limpieza y mantenimiento que bordea el perímetro del edificio. La estructura es de pilares de hormigón armado con sección circular de 40cm de diámetro en retícula de 7x5 y forjados bidireccionales, mientras que los volúmenes de los miradores que vuelan 5m desde los forjados son de estructura.
Este proyecto, de las pocas obras públicas que se están realizando en el norte de la capital actualmente, nos ha sorprendido gratamente, alejado del estereotipo de comisaría como un lugar oscuro y cerrado, que podremos ver abierto dentro de muy poco, sustituyendo a la actual comisaría, una pequeña parcela situada en la calle Ginzo de Limia (junto al centro comercial La Vaguada). Desde ProyectoSinergias queremos dar las gracias a Pablo por atendernos personalmente y al estudio por permitirnos visitar el edificio. Recordad que podéis ver en grande los planos haciendo click encima y que tenéis más imágenes en mi set de fotos en Flickr.