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A los sacerdotes. Humanae vitae. Parte II

Publicado el 01 diciembre 2013 por Joseleg
A los sacerdotes. Humanae vitae. Parte IIBiología de tejidos y Biología evolutiva del desarrolloDesarrollo embrionario y homólogosDesarrollo embrionario y fetal humanoEmbarazoDebate moral, ético y social sobre el embarazo y tecnologías asociadasLa concepción de ser humanoHumanae vitaecomo paradigma de discurso cristiano sobre el embarazoDominio de sí mismoDirectivas pastorales, La Iglesia, Madre y Maestra. Humanae vitaePosibilidad de observar la ley divina.Humanae vitaeDominio de sí mismo.Humanae vitaeCrear un ambiente favorable a la castidad.Humanae vitaeLlamamiento a las autoridades públicas.Humanae vitaeA los hombres de ciencia.Humanae vitaeA los esposos cristianos.Humanae vitae. Parte IA los esposos cristianos.Humanae vitae. Parte IIApostolado entre los hogares.Humanae vitaeA los médicos y al personal sanitario.Humanae vitaeA los sacerdotes.Humanae vitae. Parte IA los sacerdotes.Humanae vitae. Parte IIA los Obispos.Humanae vitaeLlamamiento final.Humanae vitae
A los sacerdotes. Humanae vitae. Parte II
Autor: SS Pablo VI | Fuente: Encíclica Humanae vitae
29. No menoscabar en nada la saludable doctrina de Cristo es una forma de caridad eminente hacia las almas.
Pero esto debe ir acompañado siempre de la paciencia y de la bondad de que el mismo Señor dio ejemplo en su trato con los hombres. Venido no para juzgar sino para salvar41,
El fue ciertamente intransigente con el mal, pero misericordioso con las personas.
Que en medio de sus dificultades encuentren siempre los cónyuges en las palabras y en el corazón del sacerdote el eco de la voz y del amor del Redentor.

Hablad, además, con confianza, amados hijos, seguros de que el Espíritu de Dios que asiste al Magisterio en el proponer la doctrina, ilumina internamente los corazones de los fieles, invitándolos a prestar su asentimiento.
Enseñad a los esposos el camino necesario de la oración, preparadlos a que acudan con frecuencia y con fe a los sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia, sin que se dejen nunca desalentar por su debilidad.
41. Cfr. Jn., 3, 17.PRINCIPAL
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