De la entrada de Enrique Martín en su blog “Toros Grada 6”:
No se puede estar protegiendo a los hijos toda la vida, ni en todo momento. Ha bastado echar a José María Manzanares un toro que no es de procedencia Domecq, para que pierda los papeles y muestre unas alarmantes carencias. Pero ahí salen corriendo los protectores mal entendidos, con argumentos tan rebuscados como incoherentes y faltos de fundamento que quieren creer al torero que está en la cúspide, no sé si para bien del que expone o de ellos mismos, para continuar “aprovechando el momento”. Que si ese toro no es para él, que si no es su estilo, que no colaboraba y yo qué sé cuánta memez más. Si se oyeran, si les escuchara un aficionado de antes; igual les preguntaba que cuántos años tiene el niño, que si 5 o 6, para después echarse las manos a la cabeza al pensar que un matador de toros no es capaz de poder a un novillo con cierto picante, ni a los que no se adaptan a las condiciones de su toreo. ¿Pero la cosa no era al revés? Pues ya ven. Y estos desahogados nos exigen a los demás respeto. ¿Respeto? Pues que sepan que en el pasado, en el presente y seguro que en el futuro, estos palmeros son los culpables de que “a Manzanares se le ha faltado al respeto gravemente”