A mover el bote

Texto original escrito por Ana. Sígueme en Twitter.

Soy una apasionada del baile. Desde niña he asistido a clases de diferentes estilos e ir a bailar es uno de los pasatiempos que más disfruto. Bailar sirve para relajarme, conocer gente y ejercitarme.

De niña lista para echar un zapateado

En general, se considera al baile más como una manifestación artística que como un deporte, pero expertos de todo el mundo lo recomiendan como una de las mejores formas de ejercicio.

Estudios de la Clínica Mayo señalan que el baile es un ejercicio muy completo ya que fortalece el sistema cardiovascular, los músculos y los huesos; otorga al cuerpo flexibilidad y desarrolla habilidades de coordinación, balance y ritmo.

Bailar durante 30 minutos quema entre 200 y 400 kcal, dependiendo del ritmo e intensidad, lo mismo que caminar, nadar o andar en bicicleta.

Algo que en lo personal me encanta del baile es que es una actividad social. Las clases de baile son en grupo y en general se baila en pareja, por lo que son más divertidos, se conoce gente interesante y se desarrollan habilidades de coordinación, ritmo, organización, trabajo en equipo y adaptación.

Para mí, aprender a bailar es como aprender a hablar ya que los movimientos de baile realmente conforman un lenguaje corporal rico en códigos y mensajes.

Otro punto a favor del baile es que hay para todos los gustos y edades: danzón para los elegantes, tango para los sensuales, salsa y merengue para los guapachosos, flamenco para los intensos, hawaiiano y danzas árabes para los exóticos, danzas folklóricas para los nacionalistas, reggaetón y hiphop para los urbanos y ballet para los clásicos.

Bailar te llena de energía y al mismo tiempo relaja gracias a la liberación de serotonina. El baile es una forma de meditación ya que la conexión con los ritmos, sonidos y movimientos fortalece la conexión espíritu, cuerpo y emociones.

Tomar unas clases de baile trae varios beneficios ya que no solamente podrás lucirte en la pista de baile la próxima vez que vayas a una boda, sino que dejarás a todos con la boca abierta con el sensual cuerpo de bailarín(a).