Revista Salud y Bienestar
Tanto los neumólogos y cirujanos torácicos de SEPAR como los médicos de familia de SEMERGEN están de acuerdo con que abandonar el tabaco es la decisión más saludable que un fumador puede tomar. Sin embargo, numerosos estudios indican que cuando un fumador decide firmemente dejar de fumar y realiza un serio esfuerzo por dejarlo si no recibe ningún tipo de ayuda, es decir, lo hace por sí mismo, utilizando únicamente su fuerza de voluntad, sus posibilidades de éxito están en torno al 5%, como mucho alcanzarán un 10%. Por el contrario, cuando ese mismo sujeto realiza ese mismo intento firme por dejar de fumar con el acompañamiento médico adecuado sus posibilidades de éxito se multiplican por dos y hasta por tres.
Por este motivo, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, SEMERGEN quieren hacer constar que la actual y reformada Ley del Tabaco, si bien ha supuesto una importante mejora para la salud pública, debe seguir avanzando a través de un mayor apoyo del Sistema Nacional de Salud a todos aquellos que quieren dejar de fumar. "En primer lugar cualquier persona fumadora que acude a una consulta debería recibir el consejo de su médico de que debe dejar este hábito y a continuación recibir información y ayuda para conseguirlo" explican el Dr. Carlos Jiménez, coordinador del área de Tabaquismo de la SEPAR. y el Dr. José Luis Díaz-Maroto, coordinador del grupo de tabaquismo de SEMERGEN. Para los responsables de Tabaquismo de ambas sociedades este apoyo debería dirigirse en tres direcciones.
En primer lugar la ayuda a los fumadores debe generalizarse, no limitarse solo a la atención primaria sino extenderse a la consultas especializadas y a los hospitales con lo cual, es importante procurar la mejor formación en diagnostico y tratamiento a todos los profesionales implicados en la salud. En segundo lugar, es importante la creación y desarrollo de Unidades Especializadas en Tabaquismo,
donde algunos fumadores puedan ser derivados y donde se lleven a cabo funciones de docencia e investigación. Y, por último, la financiación pública de los tratamientos del tabaquismo, como se financian los tratamientos de cualquier otra enfermedad crónica, debe ser obligatoria e igual en todas las comunidades autónomas para dar a todos los fumadores las mismas oportunidades.
"Tan importante como la prevención en los jóvenes es atender al fumador que quiere dejar de fumar para reducir el número de muertes prematuras asociadas al tabaco" alerta el Dr. José Luis Díaz-Maroto Hay estudios que demuestran que a partir de los 35 años de edad, por cada año que un fumador retrase el abandono definitivo del consumo del tabaco está perdiendo tres meses de vida. "Parece, pues, crucial que una vez que una persona fumadora ha tomado la determinación de dejar de fumar, reciba toda la ayuda necesaria porque con ello le estaremos aumentando su número de años de vida" apunta el Dr. Díaz Maroto.
En la misma línea, el Banco Mundial ha presentado una previsión estadística que contempla que de seguir las cosas tal y como están en estos momento en cuanto al hábito tabáquico en el mundo, hasta el año 2050 morirán por enfermedades asociadas al consumo del tabaco un total de 520 millones de fumadores. En este mismo estudio se asume que si en virtud de establecer adecuadas medidas de prevención se consiguiera reducir a la mitad el número de jóvenes que se iniciasen al consumo del tabaco antes del 2020, el número de muertes por enfermedades asociadas al tabaco sería de 500 millones en el año 2050. No obstante, si se establecen medidas encaminadas a ayudar a los fumadores a dejar de fumar, se conseguirá que el número de fumadores se reduzca a la mitad, es decir, en el año 2050, el número de muertes asociadas al consumo del tabaco sería de 340 millones.
"Lo importante de este estudio es que muestra la importancia de establecer medidas encaminadas al tratamiento del tabaquismo tal y como defienden nuestras dos sociedades" explica el Dr. Carlos Jiménez, "y es por este motivo que `pedimos a la Administración y al Sistema Nacional de Salud que atiendan las peticiones y ofrezcan ayuda a las personas fumadoras que quieren dejar de serlo".
Por este motivo, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, SEMERGEN quieren hacer constar que la actual y reformada Ley del Tabaco, si bien ha supuesto una importante mejora para la salud pública, debe seguir avanzando a través de un mayor apoyo del Sistema Nacional de Salud a todos aquellos que quieren dejar de fumar. "En primer lugar cualquier persona fumadora que acude a una consulta debería recibir el consejo de su médico de que debe dejar este hábito y a continuación recibir información y ayuda para conseguirlo" explican el Dr. Carlos Jiménez, coordinador del área de Tabaquismo de la SEPAR. y el Dr. José Luis Díaz-Maroto, coordinador del grupo de tabaquismo de SEMERGEN. Para los responsables de Tabaquismo de ambas sociedades este apoyo debería dirigirse en tres direcciones.
En primer lugar la ayuda a los fumadores debe generalizarse, no limitarse solo a la atención primaria sino extenderse a la consultas especializadas y a los hospitales con lo cual, es importante procurar la mejor formación en diagnostico y tratamiento a todos los profesionales implicados en la salud. En segundo lugar, es importante la creación y desarrollo de Unidades Especializadas en Tabaquismo,
donde algunos fumadores puedan ser derivados y donde se lleven a cabo funciones de docencia e investigación. Y, por último, la financiación pública de los tratamientos del tabaquismo, como se financian los tratamientos de cualquier otra enfermedad crónica, debe ser obligatoria e igual en todas las comunidades autónomas para dar a todos los fumadores las mismas oportunidades.
"Tan importante como la prevención en los jóvenes es atender al fumador que quiere dejar de fumar para reducir el número de muertes prematuras asociadas al tabaco" alerta el Dr. José Luis Díaz-Maroto Hay estudios que demuestran que a partir de los 35 años de edad, por cada año que un fumador retrase el abandono definitivo del consumo del tabaco está perdiendo tres meses de vida. "Parece, pues, crucial que una vez que una persona fumadora ha tomado la determinación de dejar de fumar, reciba toda la ayuda necesaria porque con ello le estaremos aumentando su número de años de vida" apunta el Dr. Díaz Maroto.
En la misma línea, el Banco Mundial ha presentado una previsión estadística que contempla que de seguir las cosas tal y como están en estos momento en cuanto al hábito tabáquico en el mundo, hasta el año 2050 morirán por enfermedades asociadas al consumo del tabaco un total de 520 millones de fumadores. En este mismo estudio se asume que si en virtud de establecer adecuadas medidas de prevención se consiguiera reducir a la mitad el número de jóvenes que se iniciasen al consumo del tabaco antes del 2020, el número de muertes por enfermedades asociadas al tabaco sería de 500 millones en el año 2050. No obstante, si se establecen medidas encaminadas a ayudar a los fumadores a dejar de fumar, se conseguirá que el número de fumadores se reduzca a la mitad, es decir, en el año 2050, el número de muertes asociadas al consumo del tabaco sería de 340 millones.
"Lo importante de este estudio es que muestra la importancia de establecer medidas encaminadas al tratamiento del tabaquismo tal y como defienden nuestras dos sociedades" explica el Dr. Carlos Jiménez, "y es por este motivo que `pedimos a la Administración y al Sistema Nacional de Salud que atiendan las peticiones y ofrezcan ayuda a las personas fumadoras que quieren dejar de serlo".
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