El último fin de semana largo tuvo de todo un poco: horno prendido, estudio (poco poquísimo), sobrina y, como se está haciendo costumbre, brunch.
La idea era ir a Porota, pero los domingos está cerrado. Es más, en las cuadras aledañas tenía como 4 opciones más, todas cerradas... Primero pensé que era por el finde largo. Pero después fui descubriendo que hay muchos lugares ideales para el sunday brunch que no están abiertos el domingo. Raro, no?
Entonces la opción se reducía dos posibilidades en mi lista: Honduras y Ravignani o Nicaragua y Arévalo. Optamos por ir al más lejos. Así llegamos a Pani, recomendado por una lectora después del post de Porota. Además, me tentaba conocer el lugar. Al llegar vimos que era "el" lugar para el brunch, sobre todo para un sunday brunch. Hasta el menú de pizarra era uno!
Tuvimos un pequeño inconveniente, que fue la demora, cosa que según los habitués no suele suceder. Parece que ese domingo en particular hubo demasiados brunchs pedidos. Decir que el lugar es hermoso, y hay mucho para ver, entonces la espera se hizo amena. Ni hablar que mientras esperábamos nos tomamos un agua saborizada casera de maracuyá, menta y jengibre que estaba increíble! Y como la demora fue notoria, nos regalaron una segunda bebida cuando llego la comida! Muy bien por Pani! Hoy leía el post de una bloggeramiga, y parece que eso no es tan común...
La comida super fresca y bien presentada, un poco más "estilo americano" de lo que nos esperábamos... Comida con ingredientes de primera, pero un poco más pesada de lo esperada para esa hora del día para nuestro paladar. Igual, todo estaba rico y muy bien elaborado.La pastelería de primera, así que la próxima vez probablemente vaya a tomar el té! Como estoy haciendo mientras escribo este post que programo para mañana, pero esta vez en la esquina de casa, en Café Martínez, con una porción de torta para 4!