Hoy os traigo un post de colaboración de una persona que evoca ternura y transmite muy buen rollo.
Os presento a Silvia mi autora invitada. Ella es la persona que está al frente del blog EmocionArte, donde encontraréis reflexiones que combinan temas sociales, educativos, emociones y talento.
Además de una bloguera con gran capacidad de emocionar, Silvia es mami y profe a tiempo completo. Cuando el tiempo se lo permite, pone en práctica alguna de sus pasiones como la fotografía, escribir, cantar y tocar el piano. Y es que parece ser que Silvia lleva el arte en las venas y la emoción a flor de piel.
Sin más dilación os dejo con una reflexión que ha querido compartir con tod@s nosotr@s y que estoy segura que os resultará familiar e interesante. ¡A mí es un tema que también me ronda en la cabeza!
A por el segundo hijo, ¿ Sí o no?
A Bibiana la conocí hace relativamente poco por estos mundo de redes, y no puedo estar más contenta de haberla encontrado. Los que la seguís, ya sabéis que es un encanto de persona, pro activa a más no poder y que cuida su blog con post de grandísima calidad.
Antes de las vacaciones de verano propuse en mi TL hacer colaboraciones mutuas con quien se animara, y ella se animó, ¡ cómo no! . Yo escribiría una entrada en su blog de manera puntual, y ella haría lo mismo en el mío. Y aquí estoy.
El tema que le planteé a Bibiana y del que os voy a hablar hoy es bastante personal, la verdad, pero hace tiempo que quiero soltar lo que llevo dentro al respecto y que mejor ocasión que esta.
Voy a ir al grano Tengo 38 años, una peque que en octubre hará 3 , y doy vueltas a la cabeza desde siempre pero ahora mucho más, a la opción de darle hernanito/a o no.
El papá está como yo, sin las cosas demasiado claras, así que me gustaría plasmar en este escrito los pros y los contras que barajo actualmente en mis reflexiones acerca del tema; y que comparto afortunadamente o no con mi pareja (lo digo porque si uno de los dos lo tuviera más claro sería más fácil quizá tomar la decisión ), y que posiblemente coincidan ( o no) con las vuestras o las que tuvisteis en su momento.
Me gustaría ir a por el segundo , porque sé lo que es tener una hermana y es absolutamente maravilloso, tanto a corto como a largo plazo. En mi caso, la relación con mi hermana ( nos llevamos casi 7 años) ha ido cada vez a más.
Ahora como mamá y papá pensamos en cuando seamos mayores o cuando ya no estemos, y pueda tener un compañero de vida, alguien con quien hablar pase lo que pase, en quien confiar. Eso mirando hacia un futuro lejano. Pero si me centro en los próximos años, aprenderán a compartir, a entretenerse juntos, a divertirse, a reírse, a discutirse, a criticarse, a sentir celos uno del otro, a buscar su sitio en el seno familiar teniendo en cuenta a los otros; a mirarse y a admirarse; a vivir y a convivir en definitiva.
No me gustaría ir a por el segundo , porque el primer año con la peque y los padres novatos a más no poder, fue de infarto no, lo siguiente. Yo personalmente lo viví con mucho cansancio y estrés ( y eso que no trabajaba fuera de casa, ya que junté el permiso a una excedencia de cuatro meses). Me autoanimo pensando que el segundo no saldrá tan nervioso como mi primera, pero luego me pregunto, ¿ y si sale peor?
Mi hija ha sido super observadora y en consecuencia hiper nerviosa, no os podéis imaginar cuánto. Mi madre me decía que la culpa era mía ( olé mi madre) porque la estimulaba demasiado ( actividades, juegos y demás ); ahora mi madre ya no se queja de esa estimulación, al contrario, la agradece.
El caso es que fue un año de apenas dormir, las comidas después de los 4 meses (pues me vi obligada a dejar la teta porque creo que algo no hice bien, es largo de explicar ahora) fueron para olvidar, ni papillas, ni fruta, ni nada. Desesperante.
Las noches ni os cuento. Hasta que tomó teta genial, luego no había manera. La noche que más dormía eran 7-8 horas y despertandose entre medio.
Resumiendo, el primer año fue de madre novata total con la bebé más nerviosa del mundo entero, y tengo la esperanza que en el segundo ya no lo será tanto y cuento con más recursos para desenvolverme; pero claro tendría dos peques a los que atender. Un dilema oye, por eso estoy aquí hoy.
Me gustaría ir a por el segundo , porque a pesar de todo me gustaría vivir de nuevo la maternidad en su esencia. ¿ Ese amor tan puro puede existir por duplicado? Ese feeling, esa conexión desde el principio, ¿se puede volver a repetir?
Tengo que vivirlo y comprobarlo para creerlo.
No me gustaría ir a por el segundo , porque ( y no quiero ofender a ninguna futura mamá que busca y que busca y no hay manera) me da miedo la edad, cerca de los 40.
Muchas veces mi pareja y yo nos planteamos ¿ y si lo intentamos y no nos quedamos a la primera como la otra vez? ¿ hasta cuándo estaríamos dispuestos a intentarlo? Tenemos claro que sí al final nos decidieramos a ir a por el segundo, si después de un tiempo prudencialimitado no me quedara ( 6 meses), la cosa se quedaría ahí, valga la redundancia.
Tengo varias amigas que por desgracia están viviendo lo peor con procesos de infertilidad eternos y están destrozadas mentalmente; derrotadas casi; y la verdad no barajó esa posibilidad, lo tengo muy claro. Nuestra decisión al respecto es esa aunque se que hay otras opciones super respetables.
Así pues tengo miedo a lo que pueda pasar en el embarazo y el parto por mi edad, y por otro lado, aunque me veo muy joven de espíritu, no me veo con 40 y largos con un bebé más la peque que ya no sería tan peque ckaro; aún así, no contemplo mi segunda maternidad más allá de los 40.
No pero sí . Aquí incluyo el tema del dinero y la logística u organización familiar. Es verdad que un segundo hijo es más gasto, pero yo soy de las que opina que donde comen tres comen cuatro. Y la organización, pues también soy de las que opina que ya nos apañamos.
Tengo que agradecer a mi profesión que la conciliación sea más agradecidallá, valga la redundancia de nuevo. Ser profe me permite un horario bastante conciliador y unas vacaciones conjuntas aprovechadas al máximo. Y por supuesto, no me olvido de los abuelos, siempre ahí.
Como veis, fifty/fifty. Así estamos a día de hoy, asumiendo las dos opciones como válidas por igual.
Supongo que en algunas coincidireis conmigo, en otras no. Yo ahora que no nos oye nadie me tiro al sí de cabeza, pero ahora; dentro de unos meses ya no lo sé, y dentro de un año o más ya os digo que no. ¿ Pariendo a los 40? Tengo miedo, siendo sincera. Tonterías mías igual. Pero el aumento de riesgo de alteraciones genéticas es real.
El caso es que si uno de los dos no quiere , no hay más que hablar. Aunque ahora que pienso, últimamente la peque no hace más que pedir un bebé. Será porque los compis de la guarde muchos tienen hermanito bebé. El caso es que no para de decirlo y cómo lo cuidaría, y cómo haría para que dejará de llorar... ¡ igual aquí hay otro punto a favor!, y la peque que ya es muy responsable se vuelve aún más responsable y más tranquila a la vez.
Sea como sea dentro de un año aproximadamente, los que me seguís sabréis si Sí o sí No.
Ahora a seguir disfrutando de la bichita que es lo más grande que me ha dado esta vida.
¡ Un abrazo amig@s y gracias por leerme!