El otro día vinieron los de la tele, querían mi opinión acerca de los maridajes, en concreto de desencasillar el blanco con el pescado y el tinto con la carne, fue todo un placer, no solo porque viniesen dos profesionales estupendos sino porque el tema me encantaba. Todo aquel conocedor del vino y sus posibles armonías debe entender que sea un gusto poder abrir los ojos si dar la nota, sin aspavientos, dejando claro que hay cientos de posibilidades deliciosas, y en concreto, en mi tierra se elabora mucho vino y muy diverso, y tengo como meta ponerlo en conocimiento de todo aquel que se interese y me lea.
Me decían si era viable decir que un blanco para la carne y tinto para el pescado, ¡PUES CLARO QUE SÍ!
El espumoso y el dulce pueden ser al principio de la mesa, además es algo muy habitual en las buenas mesas, y allá donde esté un Sumiller o Maestresala. Como ejemplo puse en el carro el Sigilo Often, espumoso brut con larga crianza, delicioso para un aperitivo, el Finca Antigua Moscatel Naturalmente dulce, delicioso al comenzar con entrantes como el foie, el tatin, quesos no muy fuertes…, Blancos como el Baldor Chardonnay, con un leve paso por barrica que no teme ni desagrada con unas tiras de ibérico a la parrilla, el Magnolia, garnacha joven que con un servicio de vino blanco en cuanto copa y temperatura, está delicioso con pescados azules… Y así siempre, sin descanso ni acritud, porque es mi oficio y amo lo que hago.
Encantado de servirles, gracias por esta oportunidad a Castilla La Mancha Media.