Revista En Femenino

A propósito del suelo pélvico (por Arantxa)

Publicado el 10 noviembre 2014 por Imperfectas
A propósito del suelo pélvico (por Arantxa)España es uno de los países del mundo en el que mayor número de operaciones de cirugía estética se practican. Los retoques más solicitados siempre han sido nariz, pechos y la famosa liposucción, pero ahora cada vez se demanda más la cirugía genital femenina. Hay incluso tratamientos que prometen, gracias al láser reducir el diámetro de la vagina y devolver la fuerza perdida, ya sea consecuencia de los partos o de la edad, a la zona. Yo no me metería en un quirófano salvo por cuestión de fuerza mayor, pero la cirugía genital es una realidad que se va asentado en nuestro país.
Además del paso del tiempo y sus inevitables consecuencias, también, en la zona que nos ocupa, tras los partos los genitales femeninos sufren cambios estéticos y fisiológicos importantes. Es algo de lo que hace 40, 30 o 20 años no se hablaba. Por ese estúpido tabú que envuelve a todo lo que tenga que ver con ciertos aspectos del universo femenino -más si es el ámbito de la sexualidad- desde la primera menstruación. A propósito de la regla, recuerdo que la mayoría de mis compañeras del colegio en el que curse hasta COU referían “estar malas” para hablar de sus periodos, pero yo siempre he dicho “estoy con la regla”. Mala, en mi diccionario, era y es todo lo que suponga un proceso bacteriano o vírico, lo otro puede ser bastante molesto, pero en ningún caso una enfermedad.
Los tabúes absurdos están para romperlos, la medicina avanza sin  freno y por eso cada vez son más las unidades de recuperación del suelo pélvico en hospitales y clínicas españoles. El suelo pélvico es un delicado sistema de músculos que sostienen la vejiga, el útero y el recto, de ahí su importancia, cerrando la cavidad abdominal por su zona inferior, de ahí su nombre. Tiene que tener un tono muscular adecuado para prevenir problemas como la incontinencia urinaria, fecal –horror, que ha escrito está mujer, palabra maldita, fea, escatológica, y sin embargo les ocurre a algunas mujeres, me comentó la ginecóloga, aunque era más frecuente antes, cuando las mujeres tenían más hijos- y porque mejora las relaciones sexuales. No es un mal menor ni cuestión baladí, es algo de lo que cada vez más ginecólogos saben y por eso las unidades de recuperación del suelo pélvico  existen en algunos hospitales y clínicas de nuestro país. Las matronas cada vez saben más del tema y hay profesionales de la fisioterapia que se dedican a ayudar las mujeres a recuperar el tono en la zona.
España en esto está atrasada respecto a otros países, pero es importante que las mujeres sepan que existen profesionales que pueden ayudarlas, como existen las bolas chinas, que no, no, no, son un juguete erótico, o no es su primera función, sino ayudar a la práctica de los ejercicios de Kegel y otros con similar fin. Se habla de hacer pesas con naturalidad, ¿verdad? Pues aquí se trata de otro tipo de pesas.
Todavía hace poco escuche una estúpida broma masculina acerca de las bolas, una broma sin gracia, que denotaba una clara influencia del porno, género que tanto daño hace en algunos hombres, que acaban teniendo una machista y superficial concepción de la sexualidad femenina 'gracias' a la pornografía. El sujeto no sabía ni lo que era el suelo que nos ocupa, siendo padre. No es asunto mío, sino de su pareja, pero desde luego cambiar la concepción de ciertos aspectos de nuestra vida y darles carta de naturaleza está en nosotras mismas y en la educación que demos a nuestra prole, sobre todo si son mujeres.

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