La radiación solar cada año es más peligrosa, y aunque los medios informativos y los profesionales de salud no dejan de alertarnos al inicio de cada verano, sigue siendo una asignatura pendiente generalizada entre los españoles el cuidar y proteger, no sólo la piel, también los ojos de los efectos del sol.
Y si la piel se protege mucho menos de lo que se debiera, sobre los ojos mejor no hablar, no tanto en adultos, que a menudo utilizan las gafas de sol por estética o porque les molesta el sol en los ojos, como en niños. Según el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña, sólo el 2% de niños utilizan gafas de sol.
Y muchos padres se preguntarán, ¿a qué edad deben utilizar gafas de sol los niños?, pues no hay una respuesta concreta, pero es fácil pensar que a partir del año, cuando les llevamos de paseo y les sacamos de la sillita para que empiecen a caminar y quedan desprotegidos del parasol.
Los oftalmólogos recomiendan a los padres que den la misma importancia a la protección de la piel que a la protección de los ojos, o más. Las gafas que utilicen los niños deben tener una protección del 100% frente a los rayos ultravioleta, es decir, una protección completa. No hay que olvidar que los ojos no alcanzan su madurez hasta los 25 años, de niños la pupila es más grande y la barrera defensiva menos efectiva, y además, la radiación solar es acumulativa, por lo que no proteger los ojos de los niños del sol favorecerá que sufran enfermedades oculares en edad adulta.
Sobre la necesidad de que los niños utilicen gafas de sol ya os habíamos hablado, pero no estará de más recordarlo aquí, de hecho, os recomendamos retomar la lectura para que no os queden dudas de que tenéis que protegeré los ojos de vuestros hijos. Además podréis conocer algunos consejos para comprar unas gafas de sol adecuadas para los niños.
Es indispensable que sean unas gafas de sol de calidad, lo recomendable es comprarlas en una óptica y asegurarse de que tienen una protección del 100%. Suele recomendarse que los cristales sean orgánicos, ya que son más resistentes a los golpes, y además que sean oscuros para atenuar la luminosidad.
También se recomienda que la montura sea de silicona, que se adapte bien a la cara y que para evitar que se les caigan, se afiancen con una gomita. Es muy importante que los niños se sientan cómodos con las gafas de sol para que no tengan la tentación de quitárselas.
Foto | Luismarina
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A qué edad deben utilizar gafas de sol los niños