Voy a votar a XXX porque (elige tu preferida):
- Sus propuestas me parecen mejores y creo que tiene posibilidades de ganar.
- Sus propuestas me parecen mejores, no creo que vaya a ganar, pero sí a influir en quien gane.
- Sus propuestas me parecen mejores, no creo que vaya a ganar o a influir en quien gane, pero quiero que vaya teniendo apoyos para subir en el futuro.
- Sus propuestas no son las mejores, pero es el único que tiene posibilidades de ganar al otro que me gusta todavía menos y que podría gobernar.
- Sus propuestas no son las mejores, pero es el único que podría influir en quien va a gobernar en la dirección que me parece mejor.
- Sus propuesta no son las mejores (o, incluso, son muy malas), pero hará de Pepito Grillo e influirá en los que gobiernen.
- Sus propuesta no son las mejores (o, incluso, son muy malas), pero meterá miedo en los que gobiernen, que moderarán sus políticas en el sentido que creo serán mejores.
- Sus propuestas no son las mejores (o, incluso, son muy malas), pero hará que el partido que más me gusta cambie su directiva y su manera interna de funcionar por otra que será mejor en el futuro.
- Sus propuestas son las mejores en A y las peores en B, pero creo que solo tendrá posibilidades de influir en las de A.
Cada uno es libre de votar a XXX por las razones que crea oportuno. Lo que pasa es que, siendo tantas estas razones, es difícil coordinar el voto con otros que piensen como uno para tirar en la misma dirección. Por ejemplo: Anxo y Maite tienen el mismo orden de preferencias por los partidos (están de acuerdo quién es el mejor, el segundo más preferido, el tercero,...), pero pueden acabar votando cada uno a un partido distinto porque se dejan llevar por distintas razones estratégicas. Si pudieran coordinarse en la estrategia, seguramente tendrían más eficacia que si votan de manera descoordinada. Así pues, la razón estratégica sobre a quien votar debe incluir el análisis de cuánta gente me sigue. Es posible que yo prefiera mi razón estratégica H, pero que, como nadie más la usa, estaré mejor siguiendo la razón estratégica K, que sigue más gente y será por eso más efectiva a pesar de que yo creo que si todos siguieran la K sería todavía mejor.
En fin, que it is very difficult todo esto, como dijo alguno. Y cuando todo es tan complicado, la cosa seguramente acabe entre un par de opciones sencillas. Lo que estamos viendo estos días en los medios es que casi todo se mueve en qué distancia habrá entre PSOE y C's. Se darán apoyos al PSOE y se quitarán a C's y Pod entre los que quieran que el PSOE se distancie de C's y se acerque al PP (y posibilitar, aunque sea difícil, un gobierno alternativo al PP) y se hará lo contrario entre los que quieran que el PSOE no se acerque al PP para que gobierne. Luego están los que quieran votar estratégicamente por otras razones, pero no parecen bien coordinados, me temo. (Véase que nada digo de los que votan sinceramente.) El hecho de que esta lucha sea la que prevalezca en la campaña es una consecuencia directa de lo que analicé hace un par de entradas los únicos equilibrios posibles a no ser que la votación dé un resultado muy distinto de los sondeos.
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