El otro día pasé por un maizal.
El campo pintaba ese momento de color verde por las hojas que se nutrían de sol. La humedad de la tierra sostenía los tallos con firmeza y, al mismo tiempo contaban la historia de millones de seres que dieron su vida para que la vida siga adelante.
Cada grano de maíz en crecimiento anunciaban infinitas posibilidades para construir presentes y para nutrir otros seres; que nutren a otros seres.
Este campo es el punto más alto de la evolución de todos los universos, en un instante que ahora es solo recuerdo.
Mi silencio fue roto por un agradecido llanto.
A veces es verano.
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Caligrafía de Lore.