Vicente Verdú, en su artículo de hoy, La crisis pide un mesías, cita a Ortega y Gasset —citar a Ortega y Gasset es ya como hacer un chiste de Martes y Trece, ¿no?— y añade tras la cita:
Asombrosamente, parece copiar, punto por punto, el artículo de Carlos Mendo que El País publicó ayer.
Hombre, señor Verdú, no joda. ¿No será más probable que Carlos Mendo copie punto por punto a Ortega y Gasset? Lo digo porque, teoría de la relatividad al margen, veo difícil que un texto de 1930 se refiera a uno de 2010, pero me parece de lo más normal lo contrario. Por una simple cuestión cronológica, vaya.
Aunque todo pudiera ser: a lo mejor eso es lo que llaman estar adelantado a su tiempo, y Ortega ya pudo leer en 1930 lo que Mendo escribiría en 2010 y dijo: “Esto lo copio yo en un momentín y aquí no se entera nadie”. Lo raro es que, pudiendo ver el futuro, prefiriera leer un soporífero texto de Carlos Mendo a enterarse de la combinación ganadora del superbote del Euromillones. Eso sí que es filosofía en el sentido etimológico (esto es, amor a la sabiduría, suponiendo que lo que suelta Mendo por su páncreas sea una forma de sabiduría).