Por Kino Navarro
Vuelve el orgullo gay, ese orgullo sectario LGTB. Volvemos a lo mismo. A atacar a la Iglesia Católica (no la justifico), a atacar a Israel y a defender a la homófoba Palestina, a decir que los islamistas radicales no nos odian, como diría mi querido amigo Ezequiel Tena García 'a callar como putas', a ser unos cobardes con los imanes homófobicos. Ya los veo: Kino, el machista y el gay reprimido franquista. Y mientras los veo, sonrío #LaSonrisadeUnPaís. Mi sonrisa es mi libertad.
Volverán a reivindicar a Lorca, a Cernuda, y a olvidarse de Gil de Biedma, de Reinaldo Arenas. Volverán a su mediocridad y a sentirse maltratados por esa sociedad heteropatriarcal.
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