A vueltas con José Tomás

A vueltas con José Tomás

Enrique Amat en Levante-emv.com

“Cuando mañana se abran las taquillas de la plaza de toros de Valencia para comenzar el periodo de renovación de los abonos, tanto de temporada como para la próxima feria de San Jaime, podrá empezar a valorarse de una forma cuantitativa el impacto que ha tenido el anuncio de la reaparición de José Tomás el próximo día 23 de julio en la plaza valenciana. Lo cierto es que desde que se hizo pública su presencia en el ciclo, se desató una enorme expectación. Las peticiones de entradas de aficionados deseosos de verle han llegado desde todos los puntos del país. Todo un efecto llamada el que provoca el espada de Galapagar, y que también tendrá incidencia, no sólo para revitalizar el abono valenciano, sino también en el devenir del resto de la temporada española.

Por otra parte, ya se han levantado voces escépticas y críticas desde distintos estamentos de la fiesta, tanto de ganaderos como de compañeros, apoderados, empresarios e incluso del sector más oficialista de la crítica. Y es que José Tomás parece ser que no es cómodo para nadie. Sobre todo, para quien esté aburguesado y anclado en el establishment. Lo cierto es que el torero y su entorno se las tienen tiesas no sólo frente el toro en la plaza, sino también ante quien se les ponga por delante. De un lado, los empresarios, a quienes imponen condiciones. Su fuerza en las taquillas les avala. Siendo la máxima figura del escalafón, se lo puede permitir. Y el que no quiera, que no le llame. Como en su momento fue capaz de hacer Manuel Benítez El Cordobés. Son las leyes del mercado. Las de la oferta y la demanda.

También en su relación con los ganaderos. Así sucedió hace unos días con Álvaro Núñez del Cuvillo, cuya camada casi mataba en su totalidad. Este se vino arriba y sacó los pies del tiesto. José Tomás ya le ha puesto «mirando a la Meca». Resultado: no matará sus toros esta temporada.

Por otra parte, tampoco es un torero cómodo para la prensa al uso. No concede entrevistas, no baila el agua a nadie, no se anuncia, no se gasta dinero en publicidad, no quiere televisión en sus corridas y no participa en los programa de radio de las madrugadas de los domingos. Y eso a muchos no les gusta. Y así, le critican con saña, o manifiestan su escepticismo sobre los toros que va a lidiar. Que son los mismos, eso sí, que matan los demás. Y luego no tienen sonrojo al escribir que tal o cual espada, afín al «régimen», se ha «inventado» toros, o ha estado perfecto técnicamente, o que ha sabido cuidar las embestidas de sus mortecinos e irrelevantes oponentes. Sin importarles, eso sí, que otros toreros más de la cuerda se enfrenten a toros que son un despojo, tanto en su trapío y sus defensas como en su absoluta falta de fondo y raza.

Con todo, su solo anuncio es el que despierta pasiones, con independencia de los compañeros de cartel que vayan a hacer el paseo junto a él. Y mientras otros buscan refugio en carteles muy cerrados para así tratar de llevar gente a la plaza, JT por sí solo provoca colas en las taquillas. Y espolea a sus compañeros. Y, de esta forma, en Julio se ha anunciado alguno cuya intención era la de no estar presente en la feria, y al final no han tenido más remedio que anunciarse.

Además, como muchos los grandes toreros que han sido a lo largo de la historia, no necesita a su lado un apoderado del régimen, un taurino al uso, del politburó, sino que ha buscado gente independiente y no contaminada por el «taurineo» para dirigir su carrera. Que, por otra parte, se dirige por sí sola.

A mayor abundamiento, estos días se ha publicado un estudio que ha realizado para Expansión Juan Medina, profesor de Teoría Económica de la Universidad de Extremadura. De él se infiere que José Tomás multiplica por 2,4 millones de euros la recaudación obtenida en taquilla en cada tarde en la que torea. Según el informe, cada corrida en la que se acartela el de Galapagar tiene un impacto de 1,48 millones de euros de media en la economía local. En su temporada de 2011 las previsiones son que recaudará 18 millones en los 15 festejos en los que se anunciará. «El impacto sobre la economía española de la reaparición de José Tomás se puede tasar en 92 millones de euros», apunta Medina. Todo un dato.”