A world not ours, de Mahdi Fleifel 20/04/2013
Posted by María Bertoni in 2013, BAFICI, Cine.trackback
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Especial. Cobertura BAFICI 2013
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El realizador elige para su documental el título de un libro que Kanafani publicó casi medio siglo atrás, y que aparece entre las pertenencias de un amigo nacido y criado en el mencionado ghetto. Aquí cabe señalar la dimensión biográfica de este largometraje suscripto a la competencia internacional del festival: actualmente radicado en Inglaterra, el director también vivió parte de su infancia en Ain al-Hilweh y suele regresar allí en época de vacaciones para visitar a un abuelo, un tío y demás seres queridos.
Fleifel combina los testimonios e imágenes que filmó en sus múltiples viajes con material de archivo y con videos hogareños que su propio padre realizó décadas atrás. La cuestión de la identidad palestina -la aparente paradoja de reivindicar una patria despojada de su tierra; el hartazgo de las nuevas generaciones respecto de una lucha considerada estéril- constituye el nudo central de una aproximación tan sentida como original.
Todavía más que las declaraciones del abuelo, del tío y del amigo del documentalista, impacta el segmento dedicado a la celebración de los mundiales de fútbol en Ain al-Hilweh. La costumbre de apropiarse de un equipo y de hinchar a su favor revela la imperiosa necesidad de experimentar en carne propia el sentimiento de orgullosa pertenencia a una nación.
Aunque de manera menos explícita que Le monde est comme ça de Fernand Melgar, A world not ours también desmiente la pretendida procupación de las grandes democracias occidentales por garantizar una convivencia mundial basada en los principios de igualdad y de respeto por los derechos humanos. En este caso David Ben Gurion y Golda Meir se revelan como voceros del pensamiento segregacionista y genocida que el discurso propagandístico de las grandes potencias cómplices se empeña en disimular.