Queridos profesores que aplicaban aquello de "Más de dos faltas de ortografía, cuatro si son leves, es suspenso directo" en nuestros exámenes, deben saber algo: es posible escribir Colejio con j y triunfar en la literatura. O siendo todavía más fieles, se puede escribir Skool sin h y con k y convertirte así en el padre de uno de los clásicos ilustrados del humor ingles de los años 50.
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