"En mi vida siempre han abundado sucesos curiosos como ése, y por mucho que lo intente, soy incapaz de librarme de ellos. ¿Qué le pasa al mundo, que siempre me implica en semejantes disparates? "Paul Auster, (El cuaderno rojo).
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Me llamo "Meg". Yo quería estudiar Psicología, formalicé la preinscripción en la Facultad de Psicología, pero había elegido la rama de letras puras, por lo que había gente con menos nota de selctividad que yo, pero cuya opción de letras mixtas les situaba por delante de mí en las listas...Acabé de rebote estudiando la otra carrera que también me planteaba (también consideré las filologías, pero fuí algo cobarde): Derecho. Al mes de iniciar las clases, las listas de psicología habían bajado, ya entraba, pero lo rechacé. La carrera de Derecho me estaba gustando más de lo que pensaba, una asignatura en concreto me cautivó, y quise aprender más y más....Mis amigos y compañeros iban repitiendo o se quedaban atrás, y en el tercer curso me integré en un grupo que permanecía en mi clase, ampliando así mi círculo de amistades. Un chico del grupo, D., tenía muchas cosas en común conmigo, aficiones tales como la música, el cine, el senderismo, la naturaleza y más cosas, de modo que nos hicimos buenos amigos. Un día quedamos cerca de mi casa para fotocopiar unos apuntes, venía acompañado por otro chico más joven, tímido, aunque en ese momento creí que era simple antipatía y bordería; se trataba de su hermano, J. No me gustó nada. En la graduación me volví a encontrar con este chico y con su familia. Siguió sin gustarme, cualquiera de la familia era más agradable que él. Hoy, aquel chico cuya poca sociabilidad escondía tímidez a raudales es mi marido. Y todo porque escogí la rama de letras puras...2Hace poco realicé un intercambio de libros por internet. A los 6 días de haberlo acordado, fuí a correos a enviar mi antiguo ejemplar. Al salir le mandé un mail al destinatario diciéndole que el libro iba en camino. El me respondió minutos después diciéndome que también acababa de salir de la oficina de correos, en otro lugar, en otra ciudad...
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Hacía años que discutía con mi madre por una de sus amistades. Se trataba de una señora mayor que ella, huraña, antipática, esquiva. Parecía un personaje de Dickens, era tacaña, hasta el punto de no compartir nada y de no enchufar el frigorífico. Se alumbraba con la luz que le llegaba desde las farolas de la calle, pese a tener una economía saneada. Tuvo gestos muy feos con mi madre, le hizo desprecios y yo no entendía que mi madre lo permitiera. Mi madre me decía que le daba pena, que estaba sola en la vida, que hacía muchos años había perdido a su hijo en un accidente de tráfico y eso la había amargado de por vida, que había que entenderla...Esta señora dejó de valerse por sí misma y mi madre no se separó de su lado, murió en sus brazos y le dijo hasta en tres ocasiones que la quería. Mi madre nunca la había oido decir eso a nadie. Hoy día disfruto de mi pequeño hogar con una hipoteca que pedí con mi marido para reformar la casa entera, la casa que, para sorpresa nuestra, nos dejó esta mujer en herencia. ______________________________________________________________
Tal día como hoy, hace 66 años nació en Nueva Jersey Paul Auster, un escritor que me atrae, como Hemingway, desde antes de iniciarme en su obra. "El cuaderno rojo" (Editorial Booket) ha sido mi primera aproximación a su carrera. Con una prosa sencilla y elegante a la vez, exenta de toda ornamentación, Auster nos habla del azar y de los diferentes rumbos que puede tomar el ser humano. Reflexiona sobre anécdotas propias y ajenas, nos muestra retazos de su vida, por ejemplo, de cómo la muerte de su padre le salvó la vida y de cómo se libró de morir electrocutado en una acampada juvenil, cómo siguió con vida y se ha convertido en la persona que hoy es. Y todo ello lo logra Auster mediante su cuaderno rojo intregrado por pequeños y breves capítulos empapados de reflexiones sobre esas pequeñas cosas que para unos pasan desapercibidas mientras que para otros son importantes. Porque la vida es eso, un entramado de coincidencias, casualidades, sorpresas buenas y malas que el destino va poniendo en tu camino (aunque yo creo en un ser superior más allá del destino).Con este post he querido rendirle un pequeño homenaje, he querido poner algo de mí. Espero haberlo conseguido y que no se os haya hecho tedioso.
Por último comentar que el plazo para apuntarse al Reto se Paul Auster está abierto todo el año, pero hoy se cierra para tener opción al sorteo que haré este mes de tres ejemplares de su obra: dos ejemplares de "El cuaderno rojo" y uno de "Brooklyn Follies". Repasad la lista de participantes, ya que no están incluidos los que dijeron que seguramente se apuntarían, puesto que no lo han confirmado.Gracias por vuestra participación. Nos leemos.