Daniel es músico y vive en Zaragoza. Rafa se mudó a Madrid hace diez años y trabaja de dependiente en un ultramarinos. Sin embargo, intercambian correos electrónicos casi a diario. Comparten su soledad, aunque cada uno la vive de manera diferente: mientras Daniel se mueve en un mundo dominado por los desencuentros y los espejismos, Rafa acaricia con la punta de los dedos su sueño, pero justo entonces se da cuenta de que le da miedo cumplirlo. Una novela epistolar que constituye un elogio de la amistad
9.95 € 176 págs. noviembre de 2011