rueda la tormenta,
y el bulto de mi miedo
por las calles estrechas.
En las celosías
de la plaza desierta,
tiernas gotas de lluvia
abren la leyenda.
Salen a airearse
las antiguas trenzas,
y del lino y el oro
las más finas hebras.
En suspiro dormido
el gusano de seda
hila los capullos
de la blanca tristeza
LUIS FELIPE VIVANCO Por el cielo de Toledo (1934)












