Revista En Femenino

Absceso infantil

Por Pequelia @pequelia

Enfermedades infantiles

El absceso infantil es una acumulación de pus formada por glóbulos blancos vivos y muertos, bacterias, tejido muerto y otras sustancias, que se puede producir en cualquier parte del cuerpo. Su aparición está asociada a una infección producida en una determinada área del cuerpo, el sistema inmunitario entra en acción y a ella acuden los glóbulos blancos para combatirla, poco a poco se produce una acumulación que da lugar a la hinchazón descrita. En ocasiones un niño puede estar jugando y pincharse o cortarse ligeramente, dando una vía de entrada a los gérmenes patógenos, en ese momento se empieza a gestar un absceso.

La lucha entre glóbulos blancos y bacterias se centra en el área de entrada (un corte), el área queda delimitada por una especie de cápsula. Inicialmente la zona se enrojece, posteriormente se reblandece y poco a poco se va formando la cápsula que contiene pus, si no se trata, el pus puede terminar o bien saliendo al exterior mediante la rotura de la capa de la piel, o bien hacia el interior creando una fístula o canal anormal de conexión, de ahí que debamos prestarle la importancia que merece.
Como decíamos un absceso se puede producir por la acción de bacterias, pero también por un cuerpo extraño o por un parásito. Aunque la mayoría de abscesos se suelen producir en la piel, de ahí que se denominen abscesos cutáneos, también se pueden producir en zonas más delicadas como por ejemplo en las encías o los dientes, en estos casos es necesario acudir al especialista, sea el pediatra o el dentista, para que el niño pueda recibir un tratamiento a base de antibióticos. En el caso de absceso cutáneo, por norma general no se requiere tratamiento, únicamente se procede a un drenaje quirúrgico si se trata de un caso más grave.

Hay que tener en cuenta que no es lo mismo un absceso en un brazo que en una zona del cuerpo donde no es habitual, los niños tienen más molestia y dependiendo el caso puede provocar un daño de un órgano, de ahí que en la prevención se realice mayor énfasis en la higiene, la limpieza reduce el riesgo de entrada de bacterias bajo la piel por alguna razón, como por ejemplo una herida. Con respecto a los abscesos que se pueden producir en la encías o en los dientes, éstos se pueden prevenir con una buena higiene bucal, una herida podrá curarse con más facilidad siendo la invasión de gérmenes patógenos más reducida y más fácil de combatir.

En Wikipedia podemos ver que existen varios tipos de abscesos, aunque sólo hemos nombrado los dos más comunes y que son los más habituales en los niños, podemos ver que se producen abscesos hepáticos (en el hígado), abscesos mamarios (generalmente en las mujeres que amamantan y que sufren una mastitis puerperal), abscesos pulmonares (pulmones), etc. Volviendo al absceso cutáneo, como decíamos, se le debe dar la importancia que merece, no es simplemente una herida con pus que pronto se curará, para evitar complicaciones y las molestias a los niños, lo mejor es acudir al especialista para que determine si es necesario un tratamiento, como por ejemplo una pomada antibiótica, aliviará los niños y los padres estarán más tranquilos.

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