Revista América Latina
A sus 89 años, es uno de los mejores de su promoción. Se apresta a postular a la Universidad Nacional Agraria La Molina para plasmar su segundo sueño, ser ingeniero agrónomoDesde joven quiso ser un profesional, pero por diversos motivos postergó sus estudios para trabajar de estibador en el mercado mayorista y después en el hospital Víctor Larco Herrera al cuidado de las áreas verdes y el vivero.Alejo Hermógenes Ruiz Rubio, a sus 89 años, acaba de graduarse de electrotécnico industrial, entre los mejores de su promoción, en el Instituto de Educación Superior Tecnológico Público Julio César Tello, de Villa El Salvador.Pero no satisfecho con ello, hoy don Alejo se apresta a postular a la Universidad Nacional Agraria La Molina, este 8 de marzo, para plasmar su segundo sueño, ser ingeniero agrónomo.Tiene cinco hijos, dos varones y tres mujeres, todos profesionales. A ellos pudo motivarlos para culminar sus estudios en diversas universidades. La hija mayor, Elena, es ingeniera geógrafa, con especialidad en Cartografía, egresada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y los demás son docentes formados en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta).Sus doce nietos, diez de ellos universitarios, gozan del éxito de su abuelo y del ejemplo que les deja. Don Alejo dice que darles alegría a sus nietos es una ayuda para ellos. “Uno se siente con más ganas de avanzar para que ellos sigan adelante”, agrega.Desde Santiago de Chuco, su tierra natal, llegó a Lima muy joven y estudió la secundaria con mucho esfuerzo en un colegio de La Victoria. Nunca tuvo miedo estudiar, y no se explica por qué los jóvenes tienen miedo a los estudios.Quiere ser universitario. Pero aspira llegar a la universidad no solo para cumplir, sino también para apoyar a los jóvenes y darles el ejemplo de perseverancia. “El estudio es un gran amigo, nunca nos defraudará”, reflexiona. Y pide a todos: “No abandonen a los escolares de quinto año de media”.