Envidiaba a los pájaros libres que surcaban los cielos, a las águilas que usaban las corrientes de aire para dejarse llevar por ellas, incluso a las cometas de colores que volaban los niños.El día de su dieciocho cumpleaños pidió el mismo deseo que todos los años: alas.Esa madrugada sintió como una quemazón en la espalda que le despertó, asombrado vio las dos amplias alas de plumas blancas que le habían crecido, no podía creerlo, por fin su deseo se había cumplido.Impaciente salío al balcón, subió a la barandilla y comenzó a agitarlas despacio, luego más rápido. Los pies se levantaron del suelo, siguió hacia arriba: dos metros, siete metros, cien metros, quería ir más y más lejos, alcanzar la luna.... pero cegado por el deseo de llegar a lo más alto se despistó, tropezó con una nube, se asustó y descendió rápidamente hasta estrellarse y convertirse en bronce.
Escultor: Miguel Angel Ruiz
Título: Accidente aéreo.
Expuesta desde 2005
La verdadera historia en la
Entrevista al autor