Acción, reacción y solución

En ciencia, se establece una teoría que explique el caos  como algo ordenado por leyes simples. Y se comprueba que todos los sucesos encajen dentro de la ley más simple posible establecida. Basta con que uno solo de esos hechos no encaje para haber de revisar la Ley completa. La Teoría de los reptilianos no funciona porque se trata de una Ley demasiado compleja. Necesitas vida extraterrestre, desplazamientos intergalácticos y mil chorradas hollywoodianas más.

Pero la Teoría del Dominio Mundial está puesta por escrito desde hace más de 100 años. Y en ella todo encaja por razones verdaderamente humanas: codicia, soberbia e ira de la humanidad superior… que se imponen a la lujuria, gula, envidia y pereza de la humanidad inferior. Los listos someten a los tontos, les venden cualquier idea. Y eso encaja con la ciencia actual y con las artes publicitarias y también con el principio de Acción, reacción y solución.

De controlar a los media y el dinero, trata el juego de adquirir el poder absoluto en medio de un aparente caos a los ojos de los “que no han aprendido a ver”, a los que se asustan y se exterminan si hace falta (Japón, terremoto; Haiti, terremoto y E.coli que los haitianos denunciaron que procedían de un cuartel de las fuerzas USA, que “invadieron el país para ayudar”).