El estudio, publicado por la revista PLoS Medicine, creó un nuevo modelo para observar la proliferación del coronavirus y los esfuerzos de prevención que podrían ayudar a detenerla sin necesidad de esperar con ansias la vacuna.
Si la gente se lavara las manos frecuentemente, usara mascarilla (barbijos) y mantuviera la distancia social de 1,5 metros, estas tres acciones simples podrían detener la mayor parte de la COVID-19, incluso sin tratamientos adicionales, de acuerdo con una nueva investigación.
"Se puede prevenir una gran epidemia si la eficacia de estas medidas excede el 50%", explicaron.
Si las personas no siguen las pautas brindadas por los profesionales de la salud, que actualmente hacen denodados esfuerzos por frenar al coronavirus, los casos de contagiados y fallecidos a causa de la pandemia seguirán en aumento, según el modelo.
Una intervención de tres meses retrasaría el pico- como máximo- en siete meses, de acuerdo con el estudio."Además, el efecto de las combinaciones de medidas autoimpuestas es aditivo. En términos prácticos, significa que el SARS-CoV-2 no causará un gran brote en un país donde el 90% de la población adopta el lavado de manos y el distanciamiento social que son un 25% eficaces", adujeron los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Utrecht.Los autores del estudio argumentan que los gobiernos deberían educar a los ciudadanos sobre cómo se propaga el virus y crear conciencia sobre los roles cruciales de distanciarse, lavarse las manos y también usar tapabocas para controlar una epidemia en proceso.
"Si todos usáramos cubiertas faciales durante las próximas cuatro, seis, ocho, doce semanas, en todo el país, esta transmisión del virus se detendría", dijo el Dr. Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.