Si el agua de coco hizo hacer furor entre los nuevos complementos saludables, tomad nota de este post, ya que el aceite de coco, será el siguiente producto del coco a tener en cuenta en las despensas de los que quieran perder peso o ganar salud.
Pero comencemos por el principio. El coco es el fruto de la palma de coco o cocotero. La pulpa del fruto del coco, es un alimento muy nutritivo, rico en proteínas y en aceites saludables.
Si hasta hace unos años, el aceite de coco se consideraba un aceite no recomendable para la salud, diversos estudios han dado la vuelta a la tortilla (bueno, en este caso, al coco) poniéndolo de actualidad por ser uno de los ingredientes estrella en las dietas para adelgazar que siguen algunas celebrities en Estados Unidos. ¿No habéis oído hablar de la dieta del aceite de coco? No es recomendable hacer caso a algunas de las barbaridades que circulan por Internet, pero sí que se puede aconsejar el aceite de coco como suplemento saludable para aquellas personas que estén a dieta o quieran perder peso.
El aceite de coco virgen se obtiene a base de la pulpa rallada del coco, secada a una temperatura controlada, y prensada en una primera presión en frío en una prensa mecánica. ¡Ojo! Evitad los que utilizan algún otro componente químico en la presión, ya que esto variaría la calidad de los ácidos grasos esenciales, y mirad que sea de agricultura ecológica.
Su contenido en ácidos grasos de cadena media ayudan a acelerar el metabolismo para darnos energía instantánea. A diferencia de las grasas saturadas animales, no se almacenan como depósitos de grasa, por lo que no necesitan ni enzimas pancreáticas ni bilis para su digestión, siendo ideal para las personas que tienen problemas para digerir las grasas, o en general, para personas con problemas digestivos o de hígado.
Este aceite está compuesto de acido láurico (47%), ácido caprílico (8%) y ácido caproico (6%). Todos ellos tienen propiedades antimicrobiales, antivirales y antifungales que son capaces de acabar con algunos de los microorganismos para peligrosos que existen.Con su delicioso sabor de coco fresco, puede enriquecer muchos platos, salsas, ensaladas y postres, directamente o bien mezclado con aceite de oliva virgen extra de primera prensada en frío. También puede usarse como sustituto de la mantequilla en su misma proporción, hasta para freir y asar, ya que es resistente a las altas temperaturas.
Es ideal para el cuidado de la piel, tanto como por su uso interno como por vía tópica. Ayuda a protegerla contra los efectos de los radicales libres, y contribuye a mejorar la apariencia de su piel gracias a sus beneficios anti-edad. Las aplicaciones y recetas con el aceite de coco son múltiples, pero si os apetece, eso lo dejo para otro post.
¿Y vosotros? ¿Habíais oído hablar del aceite de coco? ¿Lo habéis probado alguna vez? ¿Cómo lo usáis? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!Besos desde mi blog!!!