Además de su uso culinario, siendo una de las estrellas de la dieta mediterránea, gracias a sus propiedades nutritivas (y gustativas), el aceite de oliva puede ser un excelente aliado para mantener la belleza de la piel y el cabello también ahora en invierno, cuando el frío y el viento, (entre otros agentes externos), pueden resecarlos.
¿Qué beneficios puede aportar el aceite de oliva en su uso cosmético o externo?
Su alto contenido en ácidos grasos esenciales (ácido oleico) ayudan a restaurar los niveles naturales de humedad en la piel.
Su riqueza en vitaminas antioxidantes(a destacar la vitamina E) ayudan a nutrir, regenerar y a suavizar la piel y cabello.
El aceite de oliva puede ser un excelente emoliente para proteger la piel, combatir la sequedad y para hacer masajes corporales. Por ejemplo, aplicado después de la ducha sobre la piel todavía húmeda, deja la piel muy suave, brillante y nutrida. Solamente hay un “pero”… pero si después no secamos bien la piel, el resultado puede quedar un poco pringoso.
También puede usarse como exfoliante corporal antes de la ducha (y pringarnos menos). La receta es muy sencilla, se mezcla aceite de oliva con sal gorda, o mejor todavía, con copos de avena, previamente remojados en agua. Se aplica la mezcla sobre la piel húmeda masajeándola durante unos minutos y se aclara bien con agua templada.Otro uso del aceite de oliva puede ser como mascarilla nutritiva para el cabello seco. Es una de mis favoritas, ya que es ideal para cabellos largos (o muy largos). Se aplica el aceite de oliva (mejor si está previamente templado) en el cabello masajeando bien las puntas y las partes más resecas del mismo. Se deja actuar durante media hora (o más) y se lava el cabello como sea habitual. Ya me explicaréis los resultados!!!
¿Y vosotros? ¿Utilizáis el aceite de oliva como “cosmético” o aceite de belleza? ¿Cómo lo utilizáis? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!Besos desde mi blog!!!