El aceite de lavanda es probablemente uno de los aceites esenciales más utilizados tanto en aromaterapia como para otros usos. El mismo se obtiene de la planta de lavanda, cuyo nombre científico es Lavandula angustifolia, un arbusto que produce encanto tanto por sus flores como por su aroma.
Esta planta crece en muchas regiones del mundo en la actualidad, aunque es propia de la región del sur de Europa, parte de Asia y el norte de África. Y es precisamente en estos lugares donde abunda el clima y hábitat ideal para su crecimiento: mucho sol, montañas y rocas.
Propiedades del aceite esencial de lavanda
Como muchos otros aceites esenciales, lo que maravilla del aceite de lavanda son los variados y extensos beneficios que aporta, entre los que podríamos destacar sus propiedades que son:
- Antinflamatorias
- Antifúngicas
- Antibacterianas
- Antimicrobianas
- Antidepresivas
- Antisépticas
- Antipasmódicas
- Analgésicas
- Sedantes
Cómo usarlo
Baños: Se sabe que desde la antigüedad, los griegos y los persas utilizaban la lavanda para los baños. Lavarse o bañarse con lavanda tiene efectos relajantes, ya que debido a sus propiedades el aceite esencial de lavanda alivia los músculos, y también es muy útil para combatir el estrés. El origen de la palabra que da nombre a la planta viene del latín “lavare”, que significa lavar.
También se pueden hacer baños de pies. Simplemente echamos unas gotas del aceite esencial en un barreño con agua tibia e introducimos los pies. Es un gran reconfortante.
Masajes: También por sus propiedades descontracturantes, el aceite esencial de lavanda es muy útil para dar masajes o para darse automasajes en los pies luego de una ardua jornada.
Inhalación: Una de las formas más extendidas de utilizar este aceite es con un vaporizador, difusor o quemador. De esta manera conseguiremos crear una ambiente que nos hará relajar.
Compresas: Con compresas de algodón se puede aplicar sobre los músculos contracturados, o donde hayamos sufrido algún golpe.
Para dormir: Una de las maneras de ayudar a conciliar el sueño es utilizar el aceite esencial de lavanda para dormir. Esto lo hacemos colocando unas gotas detrás de las orejas o en la almohada. Esta es una técnica muy efectiva con los niños y niñas pequeñas que están cansadas pero no logran dormirse debido a la excitación o los estímulos del día.
Para la piel: Es muy útil para los problemas de piel o daños a causa de quemaduras, granos o acné y cicatrices o heridas recientes. Para este uso es necesario diluirlo con un aceite portador para no provocar irritación.
Dónde comprar aceite esencial de lavanda
El aceite esencial de lavanda se puede comprar en casi todos los herbolarios, en muchas tiendas BIO y prácticamente en cualquier tienda de productos naturales que tenga una sección de aceites esenciales. También en algunas farmacias e incluso en algunos supermercados. Y en tiendas online y marketplaces tipo Amazon o Mercadolibre.
Los precios varían según las marcas, pero es uno de los más baratos, ya que es una planta muy fácil de encontrar y es un producto muy demandado.
Las principales marcas de aceites esenciales de lavanda angustifolia son Pranarom, Soria Natural, Young Living, Swiss Just y casi todas las marcas que producen aceites para aromaterapia.
Contraindicaciones y efectos secundarios
En raras ocasiones el aceite esencial de lavanda tiene efectos adversos, pero sí que puede provocar alergia o mareos, vómitos y náuseas, sobre todo en inhalación. Otros efectos secundarios o contraindicaciones se podrían dar en su utilización por vía tópica. En este caso, se recomienda no aplicar sobre pieles extremadamente sensibles. Y en los casos donde sí se puede, hacerlo diluido.
No está recomendado para niños pequeños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Tampoco se recomienda su uso, ya que puede tener efectos secundarios, cuando se esté utilizando ciertos medicamentos sedantes. La combinación podría potenciar los efectos de la somnolencia.
Este post es autoría de Ecocosas puedes ver la entrada original en Aceite esencial de lavanda: Propiedades y Usos