La acelga ( beta vulgaris cicla) es una planta de hojas muy grandes, carnosas y constituyen la parte comestible de la planta. Son de color verde oscuro y presentan betas blancas por toda la hoja. Los tallos son erguidos, pero cuando se llenan de semillas suelen doblarse por los extremos. La raíz es muy derecha, bastante carnosa y de forma cilíndrica. Se cría en las huertas pues se utiliza abundantemente en la alimentación. Su origen proviene de una planta de la misma especie, la denominada acelga marina, que nace espontáneamente en las marismas.
Sus flores son de diferentes colores, verdosas o rojizas. El fruto se adhiere al cáliz y llega a hacerse leñoso. Las semillas son muy abundantes y se encuentran en el extremo de los tallos.
La parte recolectada son las hojas y en algunas ocasiones también las raíces.
Se utiliza mucho en los regímenes de adelgazamiento, ya que no engorda nada y al ser algo diurética hace que se pierdan los líquidos sobrantes por medio de la orina. Es muy difícil que alguien se indigeste comiendo acelga. Antiguamente se utilizaban como remedio casero en numerosas dolencias: para sanar heridas, curar la sarna, aliviar quemaduras, en dolencias del hígado y bazo.
Actualmente su único empleo es como alimento, aunque también se utilizan para relajar el estómago en algunas ocasiones.
Como consumirla
Cocinada: Se pueden realizar todo tipo de platos con esta planta; normalmente se come hervida y condimentada con aceite. Jugo: Se prepara un jugo con las hojas de la acelga y se echa gota a gota por la nariz. Antiguamente utilizaban este preparado para curar dolores de cabeza y de oído. Cocimiento: Se pone 1 litro de agua a hervir y se añaden de 40 a 50 gr. de hojas y raíces. Lavándose la cabeza con este preparado se consiguen eliminar caspa y liendres.