Una de sus propiedades, rica en betacaroteno, ayudando a la síntesis de la vitamina A. Por lo que su consumo beneficia a la piel, el cabello y la vista. ¿De quién les hablo? De las acelgas. Una verdura rica en potasio, yodo y magnesio, que favorece el buen funcionamiento de nuestro aparato digestivo, tiroides y músculos.
Así que me imagino que su combinación con nueces, unas cuantas verduras más, un poco de jamón y queso roquefort debe resultar bastante positiva para nuestro organismo. La receta no cuenta con mucha complicación y si añadimos que el sabor es delicioso, merece la pena.
INGREDIENTES: Un manojo de acelgas troceado, 50 gramos de jamón serrano en tacos y otros 50 de pavo en tacos (pedir en charcutería que nos pongan una loncha gruesa y la trocearemos en casa), 30 gramos de nueces picadas toscamente con las manos, unos dientes de ajo fileteados, 2 zanahorias en tiras, 50 gramos de queso roquefort, aceite, sal, especias al gusto, cerveza.
ELABORACIÓN: Mezclar en la batidora o a mano el queso con un poco de cerveza (en nuestro caso sin alcohol) hasta conseguir la consistencia de una salsa en el punto deseado de espesor y reservar. Mejor comenzar con poca cerveza para que no nos quede muy líquida la salsa. Dorar con un poco de aceite los ajos. Cuando comiencen a coger color, incorporar las zanahorias y las acelgas. Cocinar hasta que esté todo bien pochado. Aderezar al gusto con sal y las especias que más os agraden, para luego incorporar el jamón o pavo o ambos y dejar unos 3-5 minutos más. Nosotros, como no puedo tomar especias picantes, usamos ajo en polvo y cebolla (que sí los tolero). Emplatar, espolvorear unas nueces picadas y regar con la salsa.