Revista Cultura y Ocio

"Aceptamos lagarta como princesa de cuento", de Miriam Lavilla: el catálogo de fracasos amorosos que todos cargamos a nuestras espaldas

Publicado el 09 enero 2014 por Lidiacasado

Ficha técnica:

Título: Aceptamos lagarta como princesa de cuento    Autora: Miriam Lavilla         Editorial: Alentia editorial            Género: novela romántica, chick lit, humor         Páginas: 352    Publicación:  2013                    ISBN: 978-84-616-7349-0

Sinopsis (editorial):

 Ariel es un pobre infeliz que arrastra un pasado sentimental completamente desastroso. Tiene tal repertorio de fracasos amorosos en su haber que asustaría al más valiente. Aunque no sólo él, sus amigos también. Lo cual le ha llevado a creer que el tira y afloja en materia amorosa es lo normal. Esto, lejos de desalentarle, ha hecho que busque a la fémina que le haga feliz con más ansia si cabe; ya sea para un ratito o para el resto de su vida. Intentona tras intentona verás cómo el iluso se ve envuelto en mil y una relaciones delirantes con mujeres de todo tipo que le llevarán por el camino de la amargura: La amiga, la Diosa, la siamesa, la ninfómana, la trepa, la rara, la amita de su casa, la madura, la adolescente, el brazo tonto de la ley, la tarántula, la indecisa… Y un sin fin más de personajes desternillantes que te harán reír a carcajadas. Después de todo, mandar a hacer gárgaras a la princesa y quedarse con la rana quizá no sea tan mala idea.
   Hay poco chick lit o poca novela romántica de humor protagonizado por hombres y, por eso, encontrarse con una obra que habla de amores y de fracasos desde la perspectiva masculina me ha resultado de lo más refrescante. Y más aún cuando ese personaje masculino es un chico como Ariel, con pinta de noblote y que, muchas veces, no sabe explicar muy bien cómo se mete en los líos (o las relaciones) en las que se mete. Y es que Ariel (sí, como el detergente y como la Sirenita, no se lo digas más veces que ya está hartito de escucharlo, el hombre) tiene un largo (larguísimo) historial sentimental que empieza ya desde su más tierna infancia, momento en el que comienza la novela.
   A partir de ahí, Miriam Lavilla desgrana una amplia relación de lagartas a cuál más lagarta de todas. Y el pobre Ariel, sufriendo por todas ellas. Hasta que encuentra a una, quizá un poco menos lagarta, quizá un poco más parecida a él, quizá con un poco más de futuro. ¿Quién sabe?
   Me ha gustado mucho el estilo ágil y fresco de Lavilla y los enredos en los que mete a Ariel. También me ha parecido original el tipo de narrador que elige: un narrador que habla a Ariel en segunda persona y en presente como si le contase su propia vida, como si fuera su conciencia, un Pepito Grillo que echa unas gotitas de pimienta y de sal a su vida para ponerle un poquito más de humor. Un narrador que se presenta en un prólogo con el que es imposible no sonreír... ¡como mínimo!
   Como puntos negativos (Miriam dice que se aprende de lo malo, así que allá voy) solo veo que quizá el inventario de lagartas se me hizo un poco largo hasta más o menos la mitad de la novela, momento en el que los capítulos empiezan a tener más conexión, están más hilados, hay una trama como más peso que los sustenta. Y, así, esos capítulos se devoran casi sin darse cuenta. Y, en segundo, lugar los errores de edición o maquetación (oraciones partidas), mayúsculas después de coma y minúsculas después de punto, algún error de puntuación y también algún error léxico (como cuando, por ejemplo, dice "habéis quedado en tomar unas copitas por ahí y, después de haber acoquinado el último billete de la cartera, en el Buddha Bar, acordáis marchar a tu casa". Yo creo que aquí el verbo correcto sería apoquinar -"coloq. vulg. Pagar o cargar, generalmente de mala gana, con los gastos que a uno mismo le corresponden"- y no acoquinar -"Amilanar, acobardar, hacer perder el ánimo"-, según las definiciones del DRAE. Pero, aún con las definiciones delante, tengo mis dudas...).
    Una vez subsanados estos errores, el resultado sería una novela fresca y original, como un punto de vista diferente, una trama entretenida y algunas peripecias con las que es imposible no divertirse.    Nos seguimos leyendo.
   Agradezco a Libros que hay que leer que organizase el sorteo en el que gané este ejemplar para participar en la lectura conjunta y a Alentia Editorial que me lo enviara.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  • Reto Genérico: 1/40 (humor)
  • Reto100 libros: 1/100
  • Reto 25 españoles: 1/25           


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