El teatro es "teatro" o "arte dramática"; el cine es "cine" o "séptimo arte" y la pintura es simplemente pintura, pero el cómic ha tenido varios nombres, algunos de los cuales tienen orígenes curiosos
Ni siquiera hay consenso sobre qué número ocupa entre las artes. Claro, los afectados le negarán ese lugar al cómic, y en cambio se lo darán a algo tan cuestionable como el performance o la instalación, pero ese es otro tema. A continuación reseñamos algunos de los nombres del cómic.
CÓMIC
Del inglés "Comic Strip" (tira cómica). El término, en su origen, es sumamente descriptivo, pues así se denomina a las secuencias de unas cuantas viñetas acomodadas horizontalmente, y que contienen una historia humorística. Ejemplos de este formato son "Mafalda" y "Calvin & Hobbes". Posteriormente, las tiras se publican como compilaciones y a esto se le llama "Comic Book". En algún momento se decide usar toda la página y publicar las historias como revista. El nombre finalmente se contrae como "Cómic", perdiendo lógica en cierta medida.
HISTORIETA
Este nombre tampoco complace del todo, etimológicamente hablando, pues tiene más de un sentido. El Diccionario de la Real Academia Española recoge los siguientes significados:
Del dim. de historia.
1. f. Fábula, cuento o relación breve de aventura o suceso de poca importancia.
2. f. Serie de dibujos que constituye un relato cómico, fantástico, de aventuras, etc., con texto o sin él, y que puede ser una simple tira en la prensa, una o varias páginas, o un libro.
Tenemos, pues, que el segundo significado es muy cercano, aunque omite, por ejemplo, que las páginas pueden también ser descriptivas y no narrativas, como señalara Roman Gubern.(1) Sin embargo, el término más cercano a "cómic" sigue siendo el segundo, con lo cual queda como primera acepción aquella que, de nacimiento, le niega seriedad. Sin embargo, es un término muy extendido y, salvo los académicos, nadie usa la palabra con el primer significado.
TEBEO
Se trata de un nombre muy local, de España, debido a la revista llamada "TBO" (1917-1998). Rosa Segura hizo una interesante investigación acerca del posible origen del nombre.(2)
Dejamos de lado algunos nombres locales y un tanto peyorativos: "cuentos" (del todo inadecuado, pues así se llama también la obra literaria narrativa y breve), "monos", "monitos", "muñequitos", "comiquitas". Queda aún la cuestión de si se debe diferenciar entre "cómic" y " novela gráfica ". Personalmente, creo que ese último nombre debe reservarse a las publicaciones que son de largo aliento de origen; esto descarta, obviamente, a las simples compilaciones, que ven la narrativa restringida a la cantidad de páginas publicadas en cada número de la publicación periódica. En ese sentido, recordemos la intención de los clásicos de Marvel de dejar en suspenso al lector entre un número y el otro. Una novela gráfica, en sentido estricto, debería de tener su propio ritmo y la extensión que al autor o equipo de autores decidiera.
Tampoco considero que el manga merezca una categoría aparte, pues encaja en la descripción de la RAE, aunque presente ciertas particularidades culturales, como el orden de la lectura o la anatomía de los personajes. Hacer la diferencia exigiría también poner aparte al cómic de los países árabes y de Israel, por ejemplo.
Por último, en esta reflexión no entran los nombres en otros idiomas, pues sería un ejercicio inútil. La excepción, por supuesto, es el nombre anglosajón "comic", que debe ser tomado en cuenta por una sencilla razón: los estadounidenses han sido, con seguridad, quienes han hecho las obras más importantes en esta disciplina: tan sólo con los productos de las compañías DC y Marvel han asegurado un lugar en la historia del arte.
Por otra parte, cabe aclarar que no coincido con quienes proponen llamar "cómic" al producto "de alta calidad" e "historieta" al de "baja calidad". Es una dicotomía absurda.
Es por todo esto que uso indistintamente los términos "cómic" e "historieta" para la disciplina en general; usaré "compilación" para los conjuntos de cómics publicados por entregas en su origen; nombraré "novela gráfica" a las obras de largo aliento que de inicio no se restringen a capítulos publicados periódicamente, como las obras de la serie "Relatos del Nuevo Mundo" (Planeta de Agostini, 1992), y el término "tira cómica" para las obras cuyo formato así lo exige, como "Peanuts" y "Garfield".
1. El lenguaje de los cómics, Península, Barcelona, 1972.
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