¿De dónde viene el ácido picolínico?
Seguramente que por este nombre no le suena a nadie, sin embargo, si mencionamos algunos compuestos como el picolinato de cromo, tal vez nos resulte familiar. El picolinato es la forma ionizada del ácido picolínico, se utiliza normalmente para presentar minerales en cápsulas o comprimidos como suplementos nutricionales. El picolinato de cromo es muy popular por sus efectos adelgazantes, ya que regula los niveles de glucosa en sangre, refresca los receptores de insulina y combate la resistencia que ofrecen las células hacia esta proteína.
El ácido picolínico es un derivado del triptófano. Este aminoácido esencial para el ser humano tienes 2 rutas dentro del organismo, una de ellas es la de la serotonina y la otra la de la quinurenina. Esta última se lleva a cabo mediante la acción de la triptófano oxigenasa o la indolamina oxigenasa, enzimas que como productos de degradación producen algunos metabolitos intermedios, como el ácido picolínico, el ácido quinurénico (neurotoxina de la que me gustaría hablar) o la vitamina B3. Como dato curioso, decir que por cada 60 mg de triptófano el organismo es capaz de sintetizar 1 mg de niacina.
¿Qué función tiene el ácido picolínico?
Este compuesto ha despertado gran interés en muchos investigadores por sus efectos quelantes de minerales. Aunque se viene utilizando desde hace bastante tiempo su forma ionizada, para presentar fórmulas y complejos vitamínicos de gran biodisponibilidad, no se habla mucho de como actúa a nivel orgánico el ácido picolínico como producto de la degradación del triptófano.
Según esta revisión, este ácido ejerce un papel muy importante sobre la absorción y la retención de zinc en el organismo, aunque como hemos dicho también actúa sobre otros oligoelementos como el cobre, el cromo o el manganeso. Su poder quelante permite que estos minerales puedan absorberse con mayor facilidad a nivel intestinal y además, que nuestro organismo pueda hacer reservas de los mismos para situaciones donde la ingesta sea escasa. Algunos ensayos inmunológicos, hablan de que este ácido tiene efectos estimulantes sobre las células blancas, ya que fomenta la actividad del interferón gamma, una citoquina involucrada en la activación de los macrófagos.
La absorción de zinc esta influenciada por varios factores endógenos y exógenos, entre los que se destacan los siguientes:
- Combinación con otros minerales, especialmente hierro y calcio.
- Acción de las metalotioneínas, proteínas ricas en cisteína que participan en la entrada de metales divalentes en el lumen intestinal.
- Estado de salud del individuo. Si éste sufre carencias graves de zinc, el organismo luchará por potenciar la absorción del mismo.
- Cantidad que se suministra diariamente, tanto en alimentos como suplementos. La absorción de zinc se da también de manera paracelular, es decir, entre las células. Este proceso es acusado cuando se consumen grandes cantidades de zinc.
- Si proviene de fuentes de origen animal o vegetal.
- La acción de los fitatos.
- Niveles de vitamina B6.
- Integridad del epitelio intestinal. La mayoría de los minerales se absorben en la primera porción del intestino delgado, entre el duodeno y el yeyuno proximal.
- Valores adecuados de pH. Para el zinc un pH ácido permite una mejor absorción del mismo.
Dicho esto, podemos resumir que las mejores fuentes de zinc provienen de alimentos de origen animal, ya que suele encontrarse unido a proteínas. Además carecen de fitatos, que forman sales insolubles que impiden que el organismo pueda extraer el zinc o el hierro del alimento.
Según la revisión anterior que he mencionado, se afirma que el ácido picolínico puede potenciar la absorción de zinc incluso un 50%. Eso sí, para lograr una biodisponibilidad óptima, es importante la presencia de vitamina B6, la cuál está ligada directamente con la absorción de este mineral. Las enzimas encargadas de la vía degradativa del triptófano, tanto la triptófano hidroxilasa como la triptófano oxigenasa, necesitan piridoxina (B6). Este proceso es el que genera ácido picolínico, que se comportará como quelante de algunos oligoelementos esenciales para la salud.
Dicho esto, la mayor biodisponibilidad la encontraríamos en un alimento que contenga proteína animal, buena cantidad de triptófano (precursor de ácido picolínico) y vitamina B6. Por ejemplo los lácteos, el jamón ibérico, el lomo o los huevos. Ahora bien, los experimentos realizados con ratas, sugieren que la mejor manera de potenciar esta absorción de zinc sería suministrando un complemento alimenticio de forma supletoria, como el dipicolinato de zinc, especialmente en personas con grandes deficiencias de este mineral, como es el caso de la acrodermatitis intestinal, la dermatitis seborreica, diabetes mellitus o anemias. Si lo acompañamos de triptófano y vitamina B6 podríamos alcanzar valores de 85 o 90 por ciento de biodisponibilidad.
Conclusión
El triptófano se absorbe muy mal en fuentes de origen animal, ya que el organismo siempre priorizará por aminoácidos más importantes para la supervivencia, como la leucina, la valina y la isoleucina. Sin olvidar que el 80 por ciento de la vía degradativa del triptófano se decanta por la serotonina, dejando la de la quinurenina muy limitada y acusada sólo por diversos factores (lipopolisacáridos, respuesta inmune, infecciones, virus...) Esto nos deja pocas cantidades de ácido picolínico, que si le sumamos la baja ingesta de vitamina B6 (especialmente porque participa en casi todos los procesos enzimáticos internos) que tiene la población en general, nos quedan niveles básicamente nulos del mismo, por lo que en la práctica no supondría un factor determinante en la absorción de zinc. Aunque sí ayuda, a no ser que lo aportemos como suplemento, los efectos beneficiosos de este compuesto son inapreciables desafortunadamente. Como añadido, cito también que la absorción de zinc está muy limitada por los factores previamente enumerados.
Por tanto, resumiendo, sabemos que este ácido es un gran aliado para personas con deficiencias de zinc, cromo, cobre o manganeso, pero, si queremos aprovechar su poder, lo mejor es suministrarlo como complemento alimenticio, en este caso el más indicado es el dipicolinato de zinc.
Ya sabéis que cualquier duda podéis dejarla en comentarios. ¡A seguid sanos/as no lo olvidéis!