Revista Empresa

Aclarando el mito del aumento de la productividad mediante la multitarea

Publicado el 14 diciembre 2010 por Manuelgross

crazy-multitasking.jpgMultitarea y productividad

Por Jaime Bacás 

Uno de los temas que, repetidamente, los participantes plantean en los talleres de Gestión Efectiva de Acciones es la relación entre multitarea y productividad. La creencia dominante, al respecto, es que las personas capaces de realizar varias tareas al mismo tiempo son más productivas. El apoyo lógico de la creencia parece evidente y potente.

No es de extrañar, por tanto, que la multitarea empiece a considerarse como una habilidad buscada y solicitada en los procesos de selección que realizan las empresas, y en el diseño de puestos de trabajo distintos, incluso, a los relacionados con funciones específicas de servicio al cliente [...]

Pero… ¿a qué llamamos, exactamente, multitarea? 

Tomemos un ejemplo frecuente: mantienes una conversación telefónica mientras revisas o contestas correo-e.

Como estás realizando dos tareas “al mismo tiempo”, parece evidente que tu productividad es mayor que la de otro que realice esas dos tareas de forma secuencial, una detrás de otra. ¿O no? Así se entiende por multitarea la acción de realizar dos o más tareas “al mismo tiempo”.

Si eres un caminante habitual por los senderos de productividad se te habrán encendido las alertas que advierten de un tufillo al paradigma de “gestión del tiempo”: hacer más en menos.

Tu cerebro y la multitarea 

Mientras que es cierto que puedes “mantener” – y relacionar -  varias ideas y elementos de información en tu cerebro simultáneamente, no puedes ejecutar más de un proceso consciente a la vez sin merma en tu rendimiento, es decir, en la precisión y calidad del mismo.

Los procesos mentales principales involucrados en la realización de una tarea requieren la manipulación compleja de millones de circuitos neuronales, que implican un consumo de energía muy elevado en tu córtex prefrontal. Cuando, además, realizas dos tareas “al mismo tiempo” es frecuente que necesites utilizar circuitos comunes. Por ello cuando estás ocupado en la realización de actividades conscientes, tu cerebro sólo puede trabajar (eficientemente) en modo “secuencial”, una tarea tras otra.

Si, aún así,  eliges seguir realizando dos tareas conscientes “al mismo tiempo” ten en cuenta que tu rendimiento experimentará una pérdida notable de rendimiento.

Linda Stone introdujo en 1998 el concepto de “atención parcial continua” para describir la intermitencia continua de foco entre tareas y demostrar, a través de experimentos, el intenso y continuo agotamiento mental.

Por otra parte, cuando el cerebro es sometido a un estado de alerta continuado - como por ejemplo cuando eliges “estar conectado siempre” a tu móvil para revisar y, a veces, contestar llamadas y correo-e – incrementas tu “carga alostática”, generada por un aumento de las hormonas de estrés y otros factores relacionados con la sensación de amenaza.

A pesar de la amplitud de los hallazgos que la investigación científica relacionada con el impacto que la atención parcial continuada ejerce en la productividad, muchos individuos continúan forzándose para hacer más de una tarea al mismo tiempo, por ejemplo revisar y contestar correo-e durante las reuniones o teleconferencias. Tolerar su “conectividad 24/7” es una solución cortoplacista y más cómoda que cambiar sus hábitos de gestión de correo-e.

Peor aún si consideras que la restringida memoria operativa de tu cerebro auspicia la reducción de información que puedes “mantener” sobre lo que quieres enfocarte en un momento dado. Aunque aún no ha sido probado parece que tu mente tiende a aligerar la sobrecarga, eliminando alguna de las tareas que mantienes en juego y, frecuentemente, la elegida es la que consume más energía, es decir, la más conceptual o importante.

Resumen 

Lo que llamamos genéricamente multitarea, o realización simultánea de dos tareas, no es tal sino la alternancia continuada de la atención entre ellas.

Su consecuencia es la disminución de la atención en ambas, lo que significa pérdida de información que puede resultar en la privación de elementos clave, así como en la reducción de su asimilación.

Cuando ambas tareas o actividades son de tipo cognitivo el resultado es una disminución de la precisión y del rendimiento, es decir, de la productividad.

La multitarea continuada puede generar agotamiento mental y estrés crónico.

“Quien mucho abarca, poco aprieta”. - Desconocido

Jaime Bacás para Senderos de Productividad

Noviembre 30, 2010

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Fuente: Senderos de Productividad  

Imagen: Crazy multitasking  


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