Actualmente, nos encontramos muchos casos de niños que sufren acoso escolar por un compañero o por un grupo. Según los datos de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, se informa de que el número de casos en España desde el 2016, ha aumentado casi en un 20%, dándose el problema en 2 de cada 10 niños. Además, hacen referencia a un gran cambio en la intensidad de los ataques y en la agresividad de los agresores.
Por ello, en este blog se habla de qué es el acoso escolar y cómo podemos detectarlo para poder actuar ante el mismo.
¿Qué es el acoso escolar?
El acoso escolar describe una actitud de maltrato hacia otra persona, ya sea verbal, físico o psicológico, que se produce en el contexto escolar por una persona o por varias a lo largo del tiempo.
Dicho maltrato, expresado en forma de insultos, amenazas, chantajes, robos, palizas, etc. se suele producir de manera repetida, generando en el maltratado mucha impotencia y tristeza. Además, en el acoso existe una desigualdad de poder entre acosador y acosado, que produce intensos sentimientos de indefensión e inseguridad.
¿Cuál es la causa?
Las causas del acoso escolar son muchas y muy complejas, y surgen de las interacciones entre las personas y el entorno del niño, pues lo que aprenden o viven, tiene mucho que ver en la interacción que establecen después con sus iguales.
Existen algunos factores de riesgo que pueden facilitar la aparición de estos comportamientos de maltrato como:
- Niños con falta de límites.
- Modelos violentos de interacción en la familia.
- Personas en riesgo de exclusión social.
- Justificación de la violencia en el entorno de confianza del niño.
- Poca enseñanza de valores y principios morales.
No obstante, también encontramos algunos factores de protección ante este tipo de comportamientos como son:
- Modelos sociales basados en una comunicación positiva y constructiva.
- Entornos que fomentan la capacidad de empatía.
- Familias en las que se enseña el respeto y la solidaridad como base moral.
- Familias que se implican en la educación de los hijos, en el colegio…
¿Hay un perfil del niño acosado?
No podemos establecer que haya un perfil único de persona acosada, pues todos pueden sufrirlo en algún momento. Si bien, hay factores, como hablábamos antes, que pueden proteger, pero no está claro que eso sea incompatible con la posibilidad de sufrirlo.
Vemos que el acoso afecta a niños y niñas en una proporción muy parecida. No obstante, si se ha podido establecer que la edad donde existe un mayor riesgo se produce entre los 10 y los 15 años, habiendo más casos a los 12/13 años.
Entre los desencadenantes más frecuentes en estas situaciones podemos encontrar:
- Marginación por ser diferentes.
- Discapacidad o algún defecto físico.
- Personalidad introvertida (poco habilidosos en las relaciones sociales).
- Características personales que no encajan con la visión del acosador.
¿Qué consecuencias psicológicas puede provocar en el niño?
El acoso produce en la persona acosada numerosas consecuencias psicológicas, por lo que conocerlas podrá hacernos ver que está apareciendo el problema y poner herramientas de solución cuanto antes.
Estas consecuencias suelen ser:
- Aislamiento social.
- Baja autoestima.
- Disminución del rendimiento académico.
- Problemas de alimentación.
- Depresión.
- Problemas psicosomáticos.
¿Cómo podemos detectarlo?
Es importante que los padres, los profesores y otras personas cercanas al niño, tengan en cuenta algunos signos o señales de alarma que pueden ayudar detectar que esta situación se está produciendo. Las señales más habituales o frecuentes son:
- Ansiedad hacia el colegio. No quieren ir y para evitarlo suelen inventarse malestares físicos para poder quedarse en casa.
- Presencia de pesadillas sobre el acoso.
- Síntomas de tristeza, nerviosismo, miedo, desconfianza, preocupación…
- Pocos amigos o ninguno.
- Pueden llegar a casa con heridas, moratones, con la ropa rota, objetos que le han desaparecido, etc. de manera constante.
- Problemas escolares (disminución de la concentración, la motivación, la atención…).
Si se perciben algunas de estas señales es fundamental que se trate de hablar con el niño para que noten que pueden confiar en ti y que sientan apoyo. Además, se ha de comenzar a solucionar la situación para que se eliminen las consecuencias y que el niño pueda recuperar su vida.