
http://blogs.elnortedecastilla.es/rafavega/
Está muy de moda la reivindicación colectiva. Las redes sociales y el flujo de información que genera Internet han hecho posible que las fronteras físicas no sean impedimento para que una persona china, otra argentina y una afgana compartan una inquietud y expresen al unísono su rechazo o su apoyo virtual a una causa.
Así, juntos, aunque sea desde nuestro cómodo sofá, nos sentimos más activistas y comprometidos con el mundo que nos rodea, y con el que no, también.
¡Y todo a un solo clic a través de nuestros ordenadores o smartphones!
Se conoce como Activismo 2.0. Y como todo, tiene sus luces y sus sombras.
Hay distintas plataformas que lo hacen posible. ¿Quién no ha recibido ya alguna invitación para apoyar causas en Change.org? Sin duda, la más conocida y global. Pero hay más: Avaaz, Care2, OpenIdeo o Kune, entre otras.
En todas ellas, conviven batallas sociales globales, con reivindicaciones locales y sandeces de lo más variopintas.
La oferta para el Activismo 2.0. es tan variada como diversa es la humanidad.
¿Quieres conocer algunas de las causas más actuales por las que somos capaces de ponernos de lo más activistas desde nuestro sofá?
- Cambiémos ya la ley Wert, que, entre otras muchas lindezas, ha dejado sin música como asignatura obligatoria a los niños de Primaria de toda España.
- Protejamos a los enfermos de cáncer, que, a su dura dolencia, suman la aridez que supone afrontar la vida sin recursos económicos suficientes por una crisis que se ceba con los más débiles y desprotegidos.
- Apoyemos el plan para salvar a los orangutanes, que cada vez cuentan con menos espacios aptos para vivir en su entorno salvaje.
- Evitemos que Lú, la famosa fábrica de las galletas Príncipe de toda la vida, cambie su clásica receta de siempre, ¡cómo se atreven a pretender hacerlas más sanas y equilibradas!
- Exijamos al Gobierno que impida por Ley que McDonalds o cualquier otro establecimiento de comida rápida utilice juguetes en sus promociones.
¡Estas dos últimas causas son fantásticas!
No es broma. Las has leído bien.
Saca ya tu pancarta contra quienes han osado cambiar el sabor de nuestros recuerdos infantiles para reducir la cantidad de grasas y aumentar su fibra. ¡Mala gente!
O mejor aún, unámonos todos para que la Administración Pública me prohíba legalmente comprarle a un niño o niña un Happy Meal, porque sencillamente yo soy incapaz de negarle un capricho que me resulta tan insano, y que sé que sólo me pide para aumentar su colección de juguetitos inútiles que ya no le caben en casa.
¡Cómo lo oyes! Esto también forma parte del Activismo 2.0.
Si de verdad estás en contra del fomento de la comida altamente calórica en la infancia, ¿no sería más fácil centrar tus esfuerzos en aprender a decir no al niño o la niña y acostumbrarlo desde pequeño a comer con gusto un buen potaje de verduras, un filete a la brasa o un pescado al horno?
Mi reivindicación para Activismo 2.0: Cursos gratuitos de formación pedagógica básica para padres, madres y tutores legales incapaces de decir NO a los menores que tienen a su cargo.
O tal vez baste con añadir algo de sesera a la cabeza de algún que otro promotor de ciberactivismo, ¿no crees?
Peter Gabriel homenajeó con esta fabulosa canción a un activista auténtico, “Biko”. Él tan sólo es un ejemplo entre miles de personas anónimas y alguna más conocida que han dedicado parte de sus vidas, alguno hasta su muerte, a la lucha activa por causas justas por todo el mundo.
https://www.youtube.com/watch?v=8PUWyVx4pcQ
