Revista Ciencia
El pasado 11 de Julio de 2013 un grupo de valientes mujeres activistas medio ambientales de Green Peace, lograron evadir los sistemas de seguridad de la torre Shard de Londres el edificio más alto de Europa occidental, para empezar a escalar por sus muros en un acto de gran arrojo y valentía. El plan consistía en desplegar una pancarta artística en protesta por la destrucción del eco sistema Ártico por parte de SHELL, que tiene tres de sus principales oficinas en Londres, incluida la sede mundial de la multinacional petrolera; en otras palabras la enorme pancarta seria colocada en las mismísimas barbas de la petrolera SHELL. De esta manera se demostraría a este gigante petrolero que hay un movimiento que crece y pide a gritos la protección y no la destrucción del Ártico, con el único fin sacar el sucio y contaminante petróleo. Eso es activismo puro, un acto noble que necesita de mucho coraje y valor, pero al mismo tiempo no pretende dañar a nadie, ni perjudicar a nadie, tampoco se puso en peligro la integridad de terceras personas o los bienes públicos o privados de nadie. Este acto no fue hecho con violencia, pero si buscaba enviar un mensaje claro y contundente de toma de conciencia sobre algo que está mal, que está destruyendo un eco sistema clave a nivel mundial y que pone en peligro a todas las especies del planeta incluida la especie humana y no solamente a las del Ártico como se podría pensar.
Cosa muy diferente ocurrió pocos años antes, cuando el 11 de septiembre de 2001 el mundo se estremecería con los atentados terroristas suicidas cometidos contra las torres del mundialmente conocido World Trade Center, que matarían a miles de inocentes y dejarían heridas a miles de personas más, por parte de la red terrorista Al Quaeda.
Eso es terrorismo al nivel más bajo y oscuro, matar de manera cobarde a personas inocentes e indefensas que son ajenas a problemas que ocurren en otras partes del globo y que en la mayoría de los casos no son culpables de las decisiones que toman los diferentes gobiernos del mundo.
¨Activista¨ significa que ese hombre o esa mujer se mantienen activos ante las cosas que están ocurriendo en su entorno social, en su medio ambiente o con otros seres vivientes y hacen algo para remediar lo que sea que esté pasando y que necesita de apoyo, ayuda o solución. ¨Activista¨ según se puede leer en algunos diccionarios y enciclopedias es la persona cuyas acciones y hechos se guían en pro de la humanidad, en pro del planeta y agregaría en pro de los demás seres vivientes.
Es por esto que muchos activistas son el centro de odios, rencores y señalamientos por parte de los que quieren seguir llevando a cabo sus acciones negativas en contra del planeta, en contra de otros seres humanos y en contra de otras especies de seres vivos ya sea para beneficiarse económicamente o para mantener una posición de dominio en muchos casos desigual e injusta.
Cosa talmente opuesta es un terrorista, que sería una persona ruin y canalla que pretende conseguir sus fines o metas cual quiera que estos sean, utilizando todo tipo de violencia, toda clase de maldad con el fin de amedrentar a los ciudadanos de un estado y de esta manera pensar en doblegar al estado mismo.
Al mencionar el nombre de Nelson Mandela todas las personas saben que es uno de los más grandes activistas que el planeta ha conocido, un valiente luchador en pro de los derechos de una clase oprimida sobre otra clase opresora, un símbolo viviente, un ejemplo que inspira un profundo respeto. Nada diferente a lo anterior podría decirse de Jane Goodall naturalista y activista en pro de los derechos de los chimpancés de África y más allá de eso, está valiosa mujer es alguien que ha dedicado su vida a promover estilos de vida sostenible en todo el planeta. Pero si se menciona el nombre de cualquiera de los terroristas del mundo, lo único que se produce es repudio, miedo, vergüenza, indiferencia, desprecio y toda clase de calificativos más.
Por esto aunque en español, en ingles o en otras lenguas suenen muy parecido activista jamás será igual que terrorista.
Un terrorista sin importar en que parte del mundo se encuentre, siempre será un ser cobarde, oscuro y desalmado que se oculta detrás de una máscara, que coloca bombas, secuestra personas, que se lleva niños por la fuerza para obligarlos a unirse a sus filas, que abusa sexualmente de niñas a las que previamente se llevo por la fuerza, que trafica con drogas para comprar armas y matar a más personas, que se arrastra como una alimaña para provocar dolor y tristeza pensando erróneamente que con esto lograra conseguir sus metas.
Un activista siempre será un líder nato, una persona que lucha por por proteger a los desprotegidos, por rescatar a otras especies de seres vivos, por crear conciencia en las personas sobre lo que está bien por encima de lo que está mal, sin importar el dinero, los beneficios económicos o los reconocimientos personales. Un activista siempre será un valiente, alguien dispuesto a sacrificar sus propios intereses en pro de los demás. Un activista sin importar en que parte del mundo se encuentre o cual sea la causa o bandera que defiende siempre será un ejemplo a seguir por cualquier humano que busque inspirarse y llenar su vida con hechos y acciones nobles y heroicas.
" El mundo necesita más personas que lleven a un activista en su corazón ".