Revista Bolsa
AMANCIO ORTEGA SE DESPRENDE DE SUS ACTIVOS INMOBILIARIOS MENOS RENTABLES
El presidente de Inditex ha aprovechado el verano para hacer limpieza en sus inversiones inmobiliarias y deshacerse de aquellas con futuro más incierto. Amancio Ortega ha dado orden de vender dos edificios en Madrid –uno en la plaza de la Independencia y otro en el número 23 de la exclusiva calle Serrano– que formaban parte del paquete de activos que el fundador del imperio textil gallego compró a través de su sociedad de inversión Pontegadea con la idea de rehabilitarlos para albergar viviendas de lujo.
La decisión se produce cinco meses después del relevo del lucense Julio César Díaz-Freijó Cerecedo como responsable del área inmobiliaria de Pontegadea y apunta a que el hombre más rico de España –con una fortuna de 18.300 millones de euros– pretendía ya entonces variar el rumbo de sus inversiones en el ladrillo.
Díaz-Freijó fue el responsable del área inmobiliaria de Pontegadea durante ocho años hasta que en marzo abandonó la empresa por "motivos personales", según pudo entonces saber este diario. Durante esta etapa, convirtió la cartera inmobiliaria de Ortega en una de las más importantes de España, con una inversión de 3.500 millones de euros en inmuebles desde la creación de Pontegadea. El lucense fue el artífice de la adquisición, en 2007, de la sede del Banco Santander en la Castellana y de otros 10 edificios históricos de la entidad por 500 millones de euros.
Con la venta de los dos edificios de Madrid, Ortega reduce sin embargo la carga de otra de las operaciones no tan rentables de Pontegadea; la alianza en 2005 con la inmobiliaria catalana Restaura –que dio lugar a Gadea Restaura, con la que presidente de Inditex se quedó en 2008 cuando la firma catalana estaba al borde de la quiebra–. A Díaz-Freijó le sucedió en el cargo Roberto Cibeira, también consejero en nombre de Ortega en NH Hoteles, encargado ahora de planear los pasos de Pontegadea para volver al origen de su negocio; los edificios de oficinas singulares o locales comerciales. Y ya de paso, obtener un buen precio por el resto de los activos vinculados a la aventura de Restaura, entre los que figuran diversos complejos de viviendas en Valencia, Málaga o París de los que a Ortega, le gustaría desprenderse en los próximos meses.
De conseguir comprador para los dos inmuebles de Madrid y el resto asociados a Restaura, Ortega cerraría la segunda gran venta de su patrimonio inmobiliario tras la venta al grupo hostelero de la familia Matutes Fiesta Hotel Group de un hotel de cuatro estrellas en Sevilla. El complejo Ayre pertenecía a los establecimientos hoteleros de la cadena Occidental Hoteles que BBVA y Pontegadea compraron en 2007 a La Caixa y Cartera Hotelera por 706 millones de euros y con el compromiso de asumir la deuda financiera del grupo, de más de 200 millones de euros.
(fuente:el faro de Vigo)