Revista Economía
QUIEN SERA EL PROXIMO PRESIDENTE DEL BCE ?
Hace unos meses, parecía claro que el presidente del banco central de Alemania, Axel Weber, sería el próximo presidente del Banco Central Europeo (BCE).
Sin embargo ahora, la popularidad del candidato está en declive después de que varias polémicas declaraciones sembraran dudas sobre si es la persona idónea para sustituir, en poco más de un año, a Jean-Claude Trichet al frente de la institución.
Las contundentes críticas de Weber a la decisión del BCE de comprar deuda soberana de Grecia, Irlanda y otros países europeos vulnerables han creado una persistente tensión entre Alemania y otros países del consejo de gobierno del BCE, según personas familiarizadas con la situación.
Los analistas dicen que Weber volvió a meter la pata cuando dijo recientemente a Bloomberg Television que quiere ampliar su programa de préstamos especiales a los bancos hasta 2011, adelantándose a la propia decisión del BCE, que tenía previsto discutir este tema en su reunión programada para hoy.
Ahora, Weber está en medio de otra polémica mientras evalúa cómo reaccionar a los comentarios de otro economista del Bundesbank, Thilo Sarrazin, cuyas declaraciones contra musulmanes e inmigrantes y comentarios sobre los judíos han causado indignación en Alemania. El banco central de Alemania condenó las opiniones de Sarrazin pero Weber no puede despedirlo. Sólo el presidente alemán podría hacer eso. Pero muchos están pendientes de que Weber se pronuncie en defensa de la reputación de la entidad.
Hace unos meses, la impresión generalizada era que el gobierno alemán estaba preparando a Weber, un académico de carrera que ha dirigido al Bundesbank desde 2004, para el puesto en el BCE. Cuando la canciller alemana, Angela Merkel, optó por no presionar para que sus propios candidatos ocuparan altos cargos de la Unión Europea en Bruselas, los observadores y otros gobiernos europeos asumieron que la mandataria estaba conservando el capital político de Alemania para Weber.
Funcionarios y economistas alemanes esperan que colocar a Weber al frente del BCE consolide la independencia del organismo y aumente la presión en los países más débiles de la eurozona para que enderecen sus finanzas en lugar de solicitar ayuda al banco central.
El reciente éxito económico de Alemania, incluyendo una tasa de crecimiento anual de 9% en el segundo trimestre, refleja su modelo económico de alta productividad y baja inflación. Lo más probable es que un presidente germano del BCE presionaría para que ese modelo fuera imitado en toda Europa.
Otras alternativas
Esta ola de críticas a Weber parece haber abierto la puerta a otros candidatos: el presidente del banco central italiano, Mario Draghi, ha sido considerado desde hace tiempo como una de las principales alternativas y, a diferencia de Weber, ha mantenido un perfil bajo en los últimos meses. Sin embargo, su experiencia en la cúpula ejecutiva de Goldman Sachs entre 2002 y 2005 podría convertirse en un obstáculo, dada la mala reputación del banco de inversión estadounidense desde la crisis financiera.
Entre los observadores del BCE, se ha intensificado la especulación de que los líderes europeos podrían considerar un candidato de compromiso de uno de los países más pequeños del norte de Europa. A su vez, la vicepresidencia del BCE recayó recientemente en Vitor Constancio, de Portugal, y los funcionarios del banco central tienden a buscar un equilibrio geográfico para los puestos más importantes. Pero de momento, no parece que ninguno de estos nombres haya surgido como un candidato de peso.
Weber sigue al frente de la carrera para ser el próximo presidente del BCE "pero todo está mucho menos claro que hace un par de meses", afirma Stefan Gerlach, director del Instituto para Estabilidad Monetaria y Financiera de la Universidad de Fráncfort.
Los colegas de Weber se vieron sorprendidos cuando el 10 de mayo, apenas unas horas después de que el BCE anunciara su programa de compra de bonos, el presidente del banco central alemán dijo a un diario de su país que veía la decisión "críticamente" y que implicaba "sustanciales" riesgos de estabilidad.
En la entrevista con Bloomberg, Weber dejó claro que llevarse bien con otros no sería una prioridad de un BCE dirigido por él. "En mi opinión, es importante ser un diplomático para el cuerpo de diplomáticos, pero no es tan importante para un banco central", dijo.
El escepticismo de otros banqueros centrales no impediría necesariamente que Weber se convierta en su jefe, ya que son los presidentes de los gobiernos de la zona euro quienes eligen al presidente del BCE. No obstante, es probable que los líderes políticos de los países tengan en cuenta las opiniones de los banqueros. Mientras, un portavoz del Bundesbank declinó hacer comentarios sobre la presidencia del BCE o sobre cualquier discrepancia entre Weber y otros funcionarios del banco.
El mandato de ocho años de Trichet finaliza en octubre de 2011, y es poco probable que el proceso oficial para encontrar un reemplazo empiece antes de principios del próximo año.
(fuente:wsj)