Revista Arte

Acuarelas de Alpera - II-

Por José Garrido Herráez
Acuarelas de Alpera - II-Acuarelas de Alpera - II-   Sigo con las acuarelas sobre Alpera y su comarca. Principalmente paisajes, por ahora. Alguna calle, caseríos, aldeas, árboles y cielos. El tema es inagotable, como cualquier otro tema, para jugar con el color, con la opción de elegir pigmentos que granulan junto a un papel que resalte el efecto. Otras veces es un papel satinado y la economía de color lo que busca armonía y suavidad... Es el momento de rentabilizar tantas pruebas, tantos pigmentos diferentes, la variedad de papeles y pinceles. Respecto a estas dos últimas cosas, hay menos probaturas; los pinceles suelen ser de Escoda, salvo alguno chino, y los papeles de Garzapapel, salvo casos en los que se indica otra cosa. Salvando los previsibles imprevistos de la acuarela, ya perdemos poco tiempo en pruebas y vamos, dentro de lo posible que no es demasiado, a lo seguro. Lo que cuento es mi experiencia con estos materiales, en modo alguno una guía de cómo deben de hacerse las cosas, ni sobre lo que hay que usar o no, que ya quisiera yo saberlo. Cuento lo que hago y lo que utilizo por si a alguien le resulta útil, no se trata de impartir lecciones que más estoy en condiciones de recibir que de impartir. Conviene aclararlo.
Acuarelas de Alpera - II-   Los pigmentos que usamos aquí ahora son los que tanto tiempo venimos comentando. Aunque no se renuncia al siena tostado y ultramar de Talens, bien Van Gogh o Rembrandt, o a algunas tierras de Kremer, última incorporación, la mayor parte de los pigmentos usados son de Daniel Smith. Tengo un surtido realmente abrumador y, aunque los verdes y azules siempre suelen ser los mismos (verdes de Jadeite, Serpentine y Deep Sap Green), a veces probamos con Perilene, Undersea green, apatite y otros. El azul de lapislázuli es fijo, como el cobalto de Kremer o el ultramar de Rembrandt. He probado el de Daniel Smith y tiene un tono y una transparencia maravillosos. Lo he usado para las sombras últimamente, solo o con alizarina. Otras veces, para oscurecer zonas o resaltar sombras recurro al índigo o a los azules oscuros que más granulan de Daniel Smith: sodalita, lunar blue o apatita. También a sus violetas, como la amatista o el violeta de quinacridona, muy transparente.   A veces elijo un tono de Daniel Smith porque me encanta ver los brillos y reflejos que presentan los cristales de estos pigmentos minerales cuando están secos. Esto ocurre con algunos de ellos, especialmente el sugilite, un color lavanda gris violáceo, el bronzite o la amatista. Esto de pintar con piedras preciosas machacadas tiene su aquel. Acuarelas de Alpera - II-   Aunque lo que cuento parece una locura, tantos pigmentos para elegir, en realidad en cada acuarela sólo se recurre a unos pocos, a veces cuatro colores, casi nunca más de seis. Pero esa elección ya marca el carácter y el ambiente del tema elegido. La anterior acuarela y la siguiente, un mismo tema —unas encinas centenarias de Alpera—, muestran lo que digo. También el papel, Arches satinado la primera, Arches de grano grueso la segunda. Menos textura y más nitidez de las pinceladas, que quedan más presentes, menos mezcladas. Algo más impresionista y suelto. Las sombras con los violetas mencionados, especialmente amatista o mezclas de ultramar o índigo.Acuarelas de Alpera - II-    Utilizar pocos colores da armonía al conjunto, por lo que los azules del cielo se utilizan para matizar los demás colores usados, pocos, pero que se enfrían con esos azules, a los que se vuelve a recurrir para las sombras. Acuarelas de Alpera - II-   En varias de las acuarelas últimas recurro a algo que salió por casualidad hace un tiempo. Se trata de las piedrecitas con sus sombras, que aporta relieve, detalle en los primeros planos y resalta la dirección de la luz. Como es natural no se dibujan de una en una ni se han previsto incialmente en tamaño, lugar exacto ni resultado final. Se trata de dar brochazos con el pincel bastante seco en la dirección de la luz. Luego basta con ir aprovechando algunos de los blancos que se marcan con la textura del papel, eliminando otros con el mismo color usado, aún en el pincel. Las mayores rocas sí que se dejan en blanco intencionadamente. Al final se añaden unos trazos rápidos marcando sombras y queda ese efecto que aprentemente es laborioso y meditado. Se puede ver en la segunda acuarela y en las tres siguientes. Acuarelas de Alpera - II-   También seguimos con los verdes, con los que ya tenemos trato de antiguo con los árboles, flores y paisajes. Como digo, básicamente jadeita y sap green oscuro, aunque algunas veces busque otros más claros y jugosos como la apatita, serpentine. incluso viridiana. Casi nunca solos. Siempre acabo mezcándolos con los azules o tierras que hay en la paleta en ese momento. Si no cantan demasiado.Acuarelas de Alpera - II-Acuarelas de Alpera - II-Acuarelas de Alpera - II-
Acuarelas de Alpera - II-
Acuarelas de Alpera - II-   Luego a luego voy a empezar a hacer algunos dibujos con tintas, con plumilla, cálamo, pincel... Hay que variar y cambiar de historia de vez en cuando. Ya os contaré.
Acuarelas de Alpera - II-

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