El pasado viernes se estrenaba la película La reina de España, del director oscarizado Fernando Trueba. Una película en la que Penélope Cruz interpreta a una actriz que viaja desde Hollywood a la España de los años cincuenta para representar a Isabel la Católica. Grupos de extrema derecha y nacionalistas españoles han reclamado el boicot a la película, como revancha porque Trueba, en la última gala de los premios nacionales de Cinematografía, aseguró: “Ni cinco minutos de mí vida me he sentido español” y que “en caso de guerra yo iría siempre con el enemigo”.
Reacciones patrióticas
Algunos medios conservadores y españolistas, como El Español y ABC, han participado en la campaña contra Trueba, y han acusado a Atresmedia y a la Sexta de apoyar a un individuo de valores cuestionables. Pero el grueso de los ataques contra el director han partido de la red, donde se han popularizado las etiquetas #boicottrueba y #TruebaDevuelveLaPasta. Se ha reclamado a Trueba que devuelva las subvenciones recibidas del Estado español, se le ha acusado de “sinvergüenza”, de “incompetente enchufado”, de “traidor”, de “insultar a nuestros padres, hijos, muertos…” e incluso de bizco. Pero es probable que la temática de la película tampoco fuera del gusto de este público, porque contiene referencias a los trabajos forzados en el Valle de los Caídos, y a la represión y a la censura franquistas. Algunos usuarios de la red pedían mano dura contra Trueba.
El film de Trueba ha conseguido unas modestas recaudaciones de taquilla este fin de semana, muy por debajo de lo que esperaban los productores. Hay medios, como Libertad Digital o El Confidencial, han apuntado que los bajos resultados se deberían al boicot contra el director, pero no parece que el boicot haya tenido mucho peso en estas cifras negativas. Otras películas de Trueba también habían tenido recaudaciones bastante modestas.