Revista Opinión

Ad calendas graecas

Publicado el 06 julio 2015 por Vigilis @vigilis
En seis meses el gobierno neocomunista griego ha conseguido devolver al país a una situación de incertidumbre que no se veía desde hace tres años. No sólo la última declaración del Eurogrupo no contó con la participación de Grecia (lo que los coloca técnicamente fuera del euro) sino que además la necesidad política del gobierno de coger oxígeno y aumentar su popularidad recurriendo al nacionalismo mediante un referendum de afirmación nacional y reválida al gobierno los ha colocado también políticamente en contra de sus acreedores, es decir, de mí y de ti.

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Personas trágicas.

Pero el comodín del nacionalismo tiene poco recorrido. Llega un punto en que las banderas y los discursos sentimentales no ponen lentejas en el plato. Sólo un inconsciente o un sociópata puede pensar que los acreedores de los helenos de pronto van a decir que sí a todas las idas de olla que se les ocurran a los populistas.
Existe una desconexión de la realidad muy curiosa estos días con el asunto griego. Mientras Syriza, los nazis, Le Pen, Beppe Grillo, los narcoterroristas venezolanos, Putin, el Kichi, el Coletas, los eurófobos británicos y lo mejor de cada casa celebra con entusiasmo las banderas griegas, los insultos a quienes no son griegos, el corralito y el más vale honra sin barcos; los acreedores de la deuda griega se rascan la cabeza y se preguntan qué ha cambiado. La respuesta es inmediata: nada ha cambiado.

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Poor Greeceball!

Es necesario ser un tarado para pensar que el pensionista eslovaco que escarba en busca de raíces para cenar tiene que pasar todavía más hambre para que el gobierno griego abra otro canal de televisión pública.
Esta desconexión de la realidad se hizo más patente que nunca la noche del referendum de adscripción al líder heleno. Mientras los periodistas extranjeros y los turistas hacían botellón en la plaza Syntagma de Atenas, el canal público alemán ARD emitía un programa especial sobre la salida de Grecia del euro.

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El PIB griego está por debajo de los 250kM€, echad cuentas.

Cantar "na na na na lídeeer" es gracioso y divertido, pero Grecia ya ha fallado un vencimiento de deuda con el FMI (que hace que el FMI ya no pueda prestarles más dinero, con lo que el resto de acreedores tienen que aumentar sus préstamos) y necesita que el BCE aumente su techo de liquidez. Un envío de dinero que tiene que venir acompañado de un nuevo préstamo.
La cosa parece sencilla pero no lo es: Grecia no sólo no está en posición de devolver préstamos sino que es incapaz de pagar nóminas y pensiones. El país, hasta que llegó Syriza al poder estaba en superávit primario, con perspectivas de crecimiento y en seis meses vuelve a estar en bancarrota. Si hubiera algún adulto responsable en el gobierno heleno procuraría lograr un acuerdo con los acreedores cediendo en algo, pero a lo que se ha dedicado el gobierno ha sido a insultar a los acreedores y a hacerle el amor a su bandera.

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Seis meses de Syriza.

Además circula una lisérgica y disparatada idea que dice que el Eurogrupo no puede permitir que se de la salida efectiva de Grecia del euro ya que eso sentaría un precedente y provocaría inestabilidad, etc. Grecia lleva una semana de corralito (60€ tope diario de efectivo) y un nuevo acuerdo no está a la vista. Los grandes capitales ya abandonaron el país en los últimos años y hoy son los pepitos griegos los que corren a guardar bajo el colchón los pocos euros que tienen mientras les dejan hacerlo. Los bancos griegos están en una situación límite y es buen momento para recordar al personal que el dinero que tiene un pepito en un banco es dinero que se ha convertido en un préstamo a ese banco. Sin aumento de liquidez, sin un nuevo rescate, los bancos griegos quebrarán y el gobierno griego lo sabe. Hoy el debate no está donde quiere Syriza —condiciones más flexibles para un rescate— sino donde no lo quiere nadie: la posible nacionalización/concentración de la banca privada griega.
Naturalmente que en otras condiciones este sería un resultado deseado y buscado por los neocomunistas: poder controlar el sistema bancario es el principal objetivo de todo gobierno autoritario que se precie. El problema que tienen es que acabarán controlando un sistema bancario que tiene las arcas vacías.
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La ilusión de que la mayoria de los griegos —tras una campaña en la que se vetó a quienes estaban en contra del gobierno y no se dejó votar a los residentes en el extranjero ni por correo— respalda a su gobierno no significa nada para los acreedores letones y eslovacos. Sin duda que el referendum y el desfile de banderitas griegas sólo se explican en términos de la política interna griega y por eso los parados letones y los pensionistas eslovacos seguirán exigiendo a sus gobiernos que no cedan en las condiciones para enviar un nuevo préstamo a los jubilados griegos de 50 años. Pero si el gobierno griego se ha fumado un pimiento y cree ahora que su posición está reforzada no parece que vayan a ceder. Y sin ceder no habrá préstamo y sin préstamo Grecia tendrá que inventarse algo que parezca dinero.
Curiosamente, entre tanta fanfarria ha pasado desapercibido un apunte del ministerio de economía heleno: la creación de pagarés y el aumento de las restricciones en el control de capitales (robar a la gente todo lo que tenga por encima de los 8.000€ en el banco). Hasta alguno en el gobierno griego —intoxicado por un yogur en mal estado— ha metido la patita al decir que el gobierno puede aplicar las provisiones de emergencia del Tratado de Lisboa, entrar en el Banco de Grecia y darle a la máquinita de emitir billetes de euro (actualmente Grecia es uno de los países que imprime billetes de 10€). Dicen que podrían llegar a este extremo metiéndose en litigios legales ante la situación de emergencia. Yo también puedo decir que soy el embajador de Prusia en Siam.

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Usar pagarés como los de California tiene un pase si eres California, tienes a Sillicon Valley y un PIB que te coloca como octava potencia económica del mundo.

Muchas cosas están en el aire (yo no descarto que el gobierno heleno llegue a un nuevo acuerdo con sus acreedores) pero lo que sí sabemos seguro es que en una semana Syriza tiene que decidir si paga nóminas o devuelve un préstamo de 465 millones al FMI (faltó al anterior pago y lo razonable es pensar que vuelva a impagar). A finales de mes les vence un préstamo de 3.500M€ del BCE, para eso fijo que no tienen dinero si no les empiezan a llover pepitas de oro. No pagar al BCE es algo muy distinto a no pagar al FMI. No pagar al BCE supone la expulsión del euro porque el euro exige de unas obligaciones que cumplir. Igual en unas semanas estaremos hablando de si la salida del euro supone también la salida de la UE, que ésa es otra. O estaremos hablando de los avales que hemos concedido a los griegos y hemos perdido porque aquí atamos lo perros con longanizas.
Más:
  • Declaración de la Comisión Europea tras el butifarrendum. Básicamente dice que hay que esperar a lo que diga el Eurogrupo.
  • Documento 1 rechazado en el referendum, programa de reformas que expiró antes del referendum (pdf).
  • Documento 2 rechazado en el referendum, análisis de la sostenibilidad de la deuda (pdf).
  • Curso gratuito de matemáticas de cuarto de primaria.


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